Caribe – Aproache https://aproache.com Alquiler de barcos, catamaranes, veleros, goletas, yates... Wed, 20 Aug 2025 12:04:02 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.8.25 25 aniversario de boda en BVI https://aproache.com/25-aniversario-boda-bvi/ Thu, 26 Jan 2023 11:13:48 +0000 https://aproache.com/?p=77907 BVI-Islas-Virgenes-Britanicas-Caribe-vacaciones-Flotilla-catamaran

A veces, vosotros, los clientes de Aproache, nos sorprendéis con las peticiones más extrañas.

Cuando se acerca el 25 aniversario de boda, las parejas empiezan a pensar en cómo celebrarlo, dónde celebrarlo, a quien invitar ….

Susana y Quique lo tenían muy claro, nos propusieron celebrar su 25 aniversario de boda durante la flotilla Aproache en las Islas Vírgenes Británicas. De primeras nos “asustó” un poco, tan lejos de casa, con tan pocos recursos, no teníamos claro como iba a salir.

Compinchados con todos los barcos de la Flotilla Aproache, y con muchas ganas de juntarnos a celebrar, poco a poco, con la ayuda de todos, fuimos planeando qué día sería, en que playa lo haríamos, quien llevaría las bebidas, quien pondría la música y quien limpiaría después.

 

Joaquín encontró el sitio perfecto, disponible para celebrar el gran evento. Una playa con hamacas y hasta un bar con su techo de paja.BVI-Islas-Virgenes-Britanicas-Caribe-vacaciones-Flotilla-catamaran

Fueron llegando los invitados en los dinghys, con una gran sonrisa, muy elegantes, muchos vestidos de blanco, cargados con neveras repletas de bebidas, comida, luces y hasta con el ramo y el velo para la novia.

La celebración resultó un éxito, hubo risas y hubo llanto, hubo discursos de los mejores amigos y los novios quedaron eternamente agradecidos.

 

Disfrutamos de la playa hasta bien entrada la noche, este bonito recuerdo quedará en la mente de todos durante mucho tiempo, y los invitados ya pueden decir “Yo estuve en una boda en el Caribe”

 

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Cuba , Flotilla  diciembre 2020. Covid Free    4ª parte https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free-4a-parte/ Tue, 04 May 2021 14:30:59 +0000 https://aproache.com/?p=57755 Despierto y ya flota en el aire el agradable aroma del café recién hecho por Coto . Hoy además nos ha preparado huevos revueltos con jamón y tomate. Sólo tenemos leche en polvo, aquí no es fácil encontrar leche frescaFlotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegando aunque a los niños sí les dan su ración diaria lo mismo que a los ancianos.

Después del desayuno toca un rato de snorkel en una zona preciosa, llena de corales. En el mar hay mucha vida, millones de peces, veo un pez perro, algunos meros chiquititos pero preciosos con su piel negra con motas azules. Me sorprenden los enormes jardines de gorgonias, las hay violetas, amarillas, verdes, es  fascinante ver  estas enormes formaciones meciéndose en el fondo de este mar Caribe .

Tras el fondeo zarpamos como dice Gines al paraíso, “al lugar donde se inventó el paraíso”. Es un pequeño cayo justo al lado de Cayo Rico ,Un lugar con enormes bancales de arena ocre, bañados por el agua más cristalina que nunca ví y rodeados por verdes manglares de jugosas plantas que hunden sus raíces en el mar. Tras aproximarnos con el dinghy tenemos que continuar caminando un buen rato hasta a una de las playitas ya que apenas hay fondo. El plan es hacer una barbacoa en tierra con los pescados que Coto y Ginés van a preparar en la playa. La luz es increíble, el sitio es un remanso de paz y de naturaleza brutal. Pasamos el día en esta isla del fin del mundo, de este mundo que solo por sitios así merece la pena conservar.

Atardece mientras volvemos al barco saboreando los últimos rayos del inmenso  sol cubano y ponemos rumbo con el sol casi metiéndose hacia Punta Mal Tiempo para pasar la noche allí.

Por la mañana , la playa blanca invita a un buen chapuzón a las 7 de la mañana , que maravilla. Después del desayuno  navegamos rumbo a Cayo Alcotraces donde hay una piscina natural, dicen que es un sitio increíble y a estas alturas ya no me queda duda de que nuestros amigos son de fiar. Mientras navegamos conversamos con Coto, son muy buena gente estos cubanos. Estamos intentando organizar con ellos una cena especial de despedida, queremos ir a un paladar con sus familias y que nos preparen una de las joyas de la comida cubana, el delicioso puelco asado.

Nado un buen rato hasta llegar a la piscina y por el camino me encuentro a tres hermosísimas reinas, estoy sola y creo que se me acercan curiosas y atraídas por el brillo de mFlotilla-Aproache-Cubai traje de baño que es de color champán. Me despido por fin de mis nuevas amigas y me reúno con el grupo, nadamos en esta increíble laguna de coral antes de volver al barco.

Nuestra próxima parada es en Los Ballenatos, un enclave de arrecifes magnífico. Cuando me lanzo al agua una vez más Cuba me descubre por qué es uno de los destinos más deseados por los amantes de la navegación y un destino para alquilar barcos que no debes perderte. EL sol brilla con fuerza y por eso el arrecife se muestra esplendoroso. Está lleno de vida, vemos corales cerebro , corales de rama, anémonas y millones de peces de colores, hay loros, cirujanos, globos, meros, y como no las grandiosas gorgonias con su esbelto porte y su danza mágica. Los corales son esculturas sumergidas, veo uno que me recuerda a un portal de Belén, una preciosa armonía de corales rodeados por anémonas con un sinfín de recovecos donde los peces se cobijan.

Este viaje estoy de suerte, el otro día vi los delfines a pocos metros y hoy me topo con el rey de los mares, un bonito tiburón, que por cierto no debe ser cubano porque se muestra muy esquivo.

De vuelta al barco una manta nos observa posada en el fondo de arena blanca, va escoltada por varios pececillos blancos que la siguen con respeto.

Después de tantas emociones debemos volver al barco, nos espera una travesía hasta Cayo Guano del Este que está a unas 40 millas de Cienfuegos. Vamos ya haciendo el camino de vuelta a Cienfuegos.

Por el camino las necesarias paradas cada vez que pescamos, hasta 6 veces. Una de nuestras presas solo tiene la cabeza, el resto ha sido el festín de un tiburón.

Durante todo el día Coto ha estado haciendo llamadas para  tratar de organizar nuestra cena cubana, no está fácil encontrar el animalito. Nuestras esperanzas de difuminan al final del dia. Parece que no vamos a conseguirlo. Joaquin que ha venido muchas veces a Cuba y lleva alquilando barcos en Cuba mas de 25 años nos dice que en Cuba muchas veces las cosas parecen que son imposibles pero al final todo se arregla y sale bien.

A las 6 am zarpamos para apurar las últimas millas hasta Cienfuegos, es un día muy soleado, está ventoso y es una delicia navegar. El catamarán navega a 9 nudos con 20 nudos de viento de través. A eso del mediodía Coto nos da la buena noticia, ¡por fin ha conseguido el Puelco!, nada más y nada menos que 120 libras , unos 60 kilos. Cenaremos en un paladar de un amigo suyo, con toda su familia y la familia de Ginés, unas 30 personas y podremos probar la deliciosa gastronomía cubana.

Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoAdemás tenemos hasta un grupo de músicos que nos amenizarán la velada. No podíamos imaginar un final mejor a este viaje.

Llegamos al paladar caminando desde la base, está dentro del pueblo, a unos 15 minutos de la Marina de Cienfuegos , en un lugar de casitas pequeñas rodeadas de huertos y jardines.

Allí ya nos espera la mujer de Gines, sus hijos y su nieta, la madre de Coto y sus hijos con sus novias.

Nos han preparado una enorme mesa y veo al gigantesco puerco asado en una bandeja, listo para ser degustado. Los músicos ya están tocando.

Además del puerco probamos banana frita, arroz congrí y yuca con corteza de cerdo. Delicioso. Esto es un festín. Somos 30 comensales, charlo con la madre de Coto que ha sido profesora toda la vida y con la hija de Gines que es físico y también da clases en la Universidad. Es muy fácil departir con los cubanos, nos parecemos enormemente, salvando alguna cosilla que otra. Creo que

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ellos son más disciplinados pero tanto o más disfrutones que nosotros.

Y así acaba nuestro periplo cubano, bailando, cantando y compartiendo buenos momentos en un escenario idílico en estos tiempos tan difíciles de Covid.

Volvemos a casa, la Navidad nos espera. Me llevo mi nasobuco.

Carmen Hernández Pérez

 

 

 

 

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Cuba , Flotilla  diciembre 2020. Covid Free 2ª parte https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free-2a-parte/ Tue, 30 Mar 2021 11:51:02 +0000 https://aproache.com/?p=56492 Estamos sentados y contemplo esta encrucijada de calles adoquinadas, rodeados de un enjambre de casas bajas, pintadas (o mejor desconchadas) de un sinfín de colores al azar, verde, amarillo, esmeralda. Los vecinos nos contemplan desde los balcones. Definitivamente, La Habana es la ciudad de los balcones.

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Tras la parada volvemos a callejear bajo este ambiente húmedo y caluroso pasando por delante de la bonita Catedral. Las calles están vacías, somos los únicos turistas (los primeros que ven en 9 meses) así que hoy somos la atracción. Llegamos hasta Cheff Iván Justo, un coqueto restaurante de varias plantas, que me recuerda a los que tenemos en Madrid en la Cava Baja. Son de los años 50, de esa época de mujeres bellas. Una radiante Celia Cruz me sonríe desde lo alto de la pared. Comemos tacos, tostones rellenos de carne de res y un lechón crujiente que está de muerte. Mientras esperamos la comanda llega un curioso trío, ataviado con guayaberas blancas , maracas  y guitarras , dispuestos a amenizarnos la comida. En su repertorio Dos gardenias , Cha Cha Cha , Sarandonga  y otras más , suena la música en el tono de aquí, lento, suave y mientras comemos hacemos los coros . En un sitio así te olvidas de todo, la pesadilla que vivimos parece alejarse, solo sabemos que sigue ahí porque somos los únicos turistas en el restaurante, en la calle, en el país. Pero da igual.

Después de comer continuamos nuestro recorrido por la ciudad y ya cuando anochece vamos en busca de un buen mojito. Por el camino encontramos una de las pocas tiendas de souvenirs abierta, es un buen momento para comprar guayaberas y sombreros panamá.

Además estamos de suerte porque en la tiendita conseguimos un muy buen cambio.

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Disfrutamos de unos refrescantes Mojitos y daikiris en una plazuela cerca del hotel y cerramos el largo día con nuestro pianista José al que las chicas del grupo acompañamos cantando unos cuantos villancicos, que para eso estamos casi en Navidad. A estas alturas en el hotel ya saben que los españoles no tenemos remedio.

Amanece lluvioso, el cielo gris y la lluvia le dan un punto de melancolía a la ciudad. Nos recogen en el autobús que nos llevará a la base, en Cienfuegos, a unas 4 horas de la Habana (unos 245 Km). Pasamos por el Hotel Nacional, testigo de la Revolución de 1959.El malecón sigue con su peculiar batalla de olas y la cúpula del Capitolio, que fue donada por el amigo pueblo ruso, brilla bajo el cielo encapotado.

Cruzamos  por delante de un gran Hospital, el Hermanos Ameijeiras. Aquí la sanidad, la educación y la universidad son gratis. Por eso la gente está tan bien instruida, con cualquiera que te pares a hablar te dirá que es físico, químico , profesor o filósofo.

El conductor del autobús nos va explicando mientras conduce en dirección a Cienfuegos. Nos cuenta que las grandes casas señoriales pasaron a ser propiedad del gobierno, que las distribuyó para uso de la población. Casas, coches, todo tiene más de 60 años y no se ha podido actualizar su mantenimiento.

La isla tiene unos 1000 Km de largo y 200 de ancho, pero sólo hay 300 km de autopista. El salario medio de un médico es de unos 20 dólares al mes.

Nos dice que ellos viven y han vivido de las remesas, de lo que los cubanos de fuera han ido mandando a la isla. Su hija vive en Italia y dice que allí se vive mejor, pero que aquí hay más libertad, más fiesta.

Lo que si nos cuenta es que Trump les ha fastidiado, pero bien. Cortes de luz, falta de suministros en comida y bienes. Por eso hay tiendas MLC, tiendas donde sólo se puede pagar en euros o dólares. Hay en ellas largas colas de gente intentando comprar pollo, mantequilla, refrescos, picadillo..

También nos cuenta que les van a poner la vacuna del covid Cubana , Soberana se llama.

Con un tono que suena sincero comenta que le gustan los españoles más que los colombianos o los venezolanos, básicamente por la conversación aunque no nos aclara más motivos.

Transitamos a buen ritmo por la autopista, hay dos carriles en cada dirección separados por una mediana de hierba. No hay ningún tendido eléctrico en la carretera, tampoco vemos pueblos ni gasolineras. Si que hay algún que otro socavón y varios restaurantes que se anuncian a lo largo del trayecto, los llaman paladares.

Después de dos horas de trayecto nuestro amable conductor nos para en un paladar y allí nos tomamos una cerveza en vasos hechos con botellas de Heineken cortadas por la mitad. Unos lugareños que ya llevan más de unas cuantas cervezas amenizan nuestra parada con rancheras y habaneras melosas.

Unos cuantos kilómetros más allá paramos en otro paladar, esta vez para comer. Pedimos camarón, res y un cerdo delicioso cortado en tiritas acompañado con yuca y arroz blanco.

A eso de las 4 llegamos por fin a Cienfuegos donde me sorprenden las hermosas casas muy bien conservadas. Esta ciudad es la Perla del Sur, patrimonio Cultural de la Humanidad. Está ubicada en la península de la Majagua, a orillas de la bahía de Jagua, y se abre al mar Caribe por un estrecho canal. Debe su nombre al capitán General de la isla de Cuba,  Don José Cienfuegos Jovellanos.

Sus calles en cuadrícula muestran muchos edificios de arquitectura neoclásica, con amplios paseos y parques.

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Hemos alquilado los Catamaranes en Cienfuegos y allí  nos esperan ya los que van a ser nuestros marineros a bordo, Ginés y Coto. Cada uno irá en un catamarán. Coto es el que va a ir en mi catamaran un flamante Fountaine Pajot Saona 47 de 2019 . Apenas se le ve porque lleva la cabeza cubierta con una especie de pasamontañas que solo deja los ojos al descubierto. Supongo que está preocupado por si le contagiamos el COVID así que ha decidido presentarse como si fuera Spiderman . Da un poco de reparo verle así, parece un fantasma. Por suerte, al día siguiente se fue relajando y se quitó  la máscara. En cuanto vió que eramos gente Covid free se quitó la careta y pudimos verle la cara.

Después de nuevos chequeos anticovid a pie de barco, podemos por fin embarcar. Navegamos a bordo de dos maravillosos catamaranes de alquiler un Saona 47 y un Bali 45  con todas las comodidades, varias neveras, ac, potabilizadora y camarotes amplísimos.

Llevaba muchos años queriendo venir de vacaciones a Cuba y poder alquiler un catamarán en Cuba para conocer los cayos.

 

Mientras todo el grupo se va a cenar a un restaurante cercano a la marina (un chivo riquísimo, según nos cuentan) Joaquín y yo salimos a dar una vuelta hasta la ciudad. No se ve mucha gente por las calles, hay muchos restaurantes y locales cerrados, incluso el famoso cabaret de Benny Moré.  Las pocas personas con las que nos cruzamos nos saludan muy amables. A la legua se ve que hace meses que por aquí no ven un turista. Las casas están muy bien conservadas, en el interior se atisba actividad, débiles  luces de color blanco algo tenebrosas alumbran muchas de las salitas, el mobiliario es escaso y humilde  y la gente está viendo la tele. Llegamos al centro de Cienfuegos, las puertas de las casas son de madera, pintadas de bonitos colores que configuran un ambiente muy armonioso.

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Para volver paramos un  Taxi carro- bici. El chico que nos lleva pedalea sin cesar mientras nos cuenta,  respondiendo  a nuestras preguntas, nos dice que no hay res, que no hay pasta. Que hay racionamiento. En las tiendas que venden jabón, pollo o papel higiénico solo se puede pagar en divisas y las divisas se consiguen si algún familiar o amigo te las envía. Nos dice que gana 400 pesos (unos 20 euros) y tiene dos trabajos.

Amanece a las 6 y nuestros capitanes  se apuran para pasar el control policial. Aunque era una posibilidad, finalmente no podremos ir a Jardines de la Reina que era nuestra idea inicial. No pasa nada, será la excusa para volver otra vez a esta isla.

Partimos hacia Cayo Largo, que era nuestra segunda (y muy buena) opción. Salimos por el canal cruzando la enorme Bahía de Cienfuegos.

continuará …

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Cuba , Flotilla diciembre 2020. Covid Free (1ª parte) https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free/ Mon, 22 Mar 2021 08:52:47 +0000 https://aproache.com/?p=56204 Volamos de vacaciones a Cuba en un avión de Iberia que viene repleto de cubanos que por fin pueden regresar a casa después de 10 meses de restricciones por COVID , y de cientos de maletas plastificadas que organizan un tremendo caos a nuestra llegada al aeropuerto de la Habana.
Vamos a pasar 2 días en la Habana y 1 semana navegando en Cuba por los cayos del sur, Cayo Largo, Playa Sirena, Cayo Rosario , etc.

Finalmente, tras hacernos la PCR podemos salir hacia el hotel. No vamos al que habíamos reservado porque está cerrado, nos mandan a otro. Los taxistas, muy amables, nos cuentan que aquí hay pocos casos de COVID porque son muy cuidadosos. Mientras lo comentan nos apuntan con unos botes con lejía desinfectante. Antes de entrar al taxi nos dan la primera rociada. Al llegar al hotel Jesús, el portero, nos vuelve a fumigar, esparce con el difusor de lejía por todas las mochilas, maletas y bolsos.
Estamos en la Plaza de San Francisco, en el corazón de la Vieja Habana, a un paso del Malecón, en la Cuba señorial.

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A estas horas las calles están desiertas porque hay toque de queda. Nuestro hotel es un antiguo convento restaurado, lo acaban de abrir y parece muy recomendable. A unos metros se encuentra la preciosa iglesia de San Francisco iluminada, con el Santo custodiando el pórtico de la entrada. Somos los únicos huéspedes del hotel pero deberemos estar confinados en nuestra habitación hasta que lleguen los resultados de la PCR, nos han dicho que serán unas 24 horas .

El hotel tiene bar pero está cerrado y el bueno de Jesús sale para comprarnos unas cervecitas y algo de ron. Como en el salón del hotel hay un piano Jose ameniza nuestras primeras horas en la Habana con música hasta que finalmente somos reprendidos y nos mandan a la cama.

 

 

A la mañana siguiente nos dejan el desayuno en la puerta de la habitación. Seguimos confinados, ni a recepción se puede bajar.
La Habana está en silencio, no se oye más que el piar de una paloma. Silencio absoluto. Desde la ventana de mi habitación sólo veo un callejón con algunas casas destartaladas y entonces me acuerdo de tantas personas que han estado meses encerradas en sus habitaciones, padeciendo la locura de estar aislado y en soledad.

Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoYo por el momento me tengo que conformar con mi recorrido imaginario por la isla, con la ayuda de mis guías de viaje.
Son las 10 am del domingo, ya llevamos 36 horas encerrados en el hotel. Nos dicen en recepción que ya no tardarán los resultados. Que nervios…
Por fin a eso de las 11 nos comunican que oficialmente somos todos covid-free. Estamos libres, podemos salir a callejear la Habana.

Es mi primera vez aquí y lo primero que pienso es que esta ciudad es impactante. Un lugar de contrastes donde la pobreza se enmascara entre edificios que atestiguan un pasado esplendoroso pero que hoy son fantasmas. Carcasas de fachadas grandiosas con su interior derruido, un sinfín de balcones con la ropa tendida. Techos desmoronados, desconchones en la pintura de las paredes. Paseamos sobre las calles de adoquín y llegamos al magnífico Teatro Nacional, y desde ahí continuamos por la ciudad vieja hasta llegar al malecón, donde entre grises y azules rompen las olas en su eterna pugna contra las rocas.

Veo los inconfundibles coches cubanos, de colores chillones y algunos de ellos a duras penas se mantienen rodando, otros están flamantes ,suerte que no deben enfrentarse a nuestras dichosas ITV. Son los que veíamos en las pelis americanas de los años 50, un milagro del tiempo que aquí ha conservado todo en estado de gloriosa ruina.

Llevamos un buen rato de paseo, el calor es húmedo y es la hora del aperitivo así que paramos en una terraza a tomar una Cristal o una Bucanero, que para gustos en cerveza nunca se sabe.

continuará…

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Bahamas Islas Exumas (3ª parte) https://aproache.com/bahamas-islas-exumas-3a-parte/ Tue, 12 Jan 2021 08:26:08 +0000 https://aproache.com/?p=54252 Alquiler-barco-Caribe-yate-motor-velero-catamaran-turismo-vacaciones-BahamasBahamas Islas Exumas (3ª parte)

Tras un breve aperitivo fondeados en nuestra boya-tiburón salimos hacia el sur, hacia Halls Pond Cay y Bell Cut para hacer snorkel en el oeste de una pequeña isla situada al noroeste de O´Briens Cay, aquí lo llaman Aquarium Coral Garden. Corales llenos de vida y cientos de peces posan para mí.

Seguimos navegando, desde El Aquiarium ponemos rumbo a Compass Cay, aquí las distancias aunque estés a 5 o 6 millas en línea recta pueden suponer tener que hacer 15 millas para sortear todos los bajos que hay , es un campo de minas que con la cartografía actual se hace bastante sencillo, no quiero imaginar en los tiempos que Colón vino por aquí la cantidad de veces que embarrancaron, o hace solo 25 años también.
Fondeamos al fin en el noroeste de Compass Cay, en una playa de ensueño donde según fondeamos nos visitan 2 remoras enormes, al principio pensábamos que eran tiburones, pero no, esos, nos estaban esperando al día siguiente.
Hacemos un BBQ de pollo en el Flybridge del Moorings power 51, tiene una parrilla eléctrica que funciona con el generador y que va como un tiro, el Fly es una maravilla de sitio, super cómodo, bien iluminado y muy amplio, con parrilla, nevera con congelador y pila para lavar los platos, además de una terraza impresionante con unos sillones super confortables. Un salón al aire libre que nos deja imágenes increíbles cada atardecer cuando el cielo estalla en mil colores.

Por la mañana pronto vamos con el dinghy a explorar las cuevas que hay en Rocky Dundas, hay 2 muertos con boya blanca para agarrarse y tirarse al agua con las gafas y aletas y explorar la cueva con estalactitas y todo, muy chulo, pero hay que hacerlo sin oleaje porque las piedras cortan. Si no es preferible bucear con marea baja que te permite entrar sin problemas dentro la cueva, está abierta al cielo y es muy bonito el contraste de luces en el agua, en la roca y en el cielo
Desde aquí vamos también con el dinghy a Compass Marina, esta como a 4 millas y tardamos un buen rato, pero el entorno es tan bonito, que merece la pena el viaje. Entramos en la marina y no hay ni un solo barco, hablamos con un señor local que dice ser el dueño de la marina y lo primero que nos dice es que no podemos hacer fotos allí, solo con el móvil, probablemente no sabrá

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la calidad que dan casi todos los móviles hoy en día ¿no?.

La marina está llena de tiburones nodriza, quizá 20 o 30 que nadan a su antojo por allí, le digo que si me puedo tirar a nadar con ellos y nos dice que tenemos que pagar $10 USD QUE PAGAMOS ENCANTADOS . Los nodriza son muy amigables, se dejan tocar y pasan rozándote todo el rato, he metido la gopro en mi bolsillo y puedo hacer algunas fotos submarinas y algo de video.

Volvemos al catamarán para continuar nuestra navegación más hacia el sur, continuamos navegando en solitario, apenas hemos avistado barcos, solo uno de pescadores y 3 lanchas pero ningún velero , catamarán o yate de motor de recreo .

Continuará…

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Bahamas Islas Exumas (2ª parte) https://aproache.com/bahamas-islas-exumas-2a-parte/ Thu, 31 Dec 2020 07:42:24 +0000 https://aproache.com/?p=54104 A las 06.30 h la tripulación está lista , hoy nos damos un desayuno contundente con huevos , bacon, piña, plátanos y café recién hecho.
Con el dinghy vamos a explorar el manglar de Shroud Cay , hay un canal que une la parte del oeste (la de sotavento) con la del este y que con marea alta se puede navegar en dinghy, esta excursión es preciosa y no te la puedes perder, no hay que olvidarse de llevar agua , gorra , zapatos y por supuesto la cámara . Vamos navegando despacio por el canal entre los manglares sobre un agua que llama la atención por lo transparente que es, una gran manta raya nada despreocupada a nuestro lado , unos metros más adelante avistamos un tiburón punta negra y cerca de él una tortuga careta pequeña se cruza en nuestra proa. Cientos de garzas de color blanco y gris surcan el cielo de este inmenso zoológico virgen.

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La marea está bajando y apenas hay fondo, podría ser que a la vuelta nos toque andar en lugar de navegar. Llegamos por fin a una laguna, la marea esta tan baja que quedan muchos bancos de arena a la vista, paramos a volar el dron y grabar y tomar fotos desde aéreas, es espectacular.

Mas adelante está por fin la playa de la parte de barlovento , del este. No se cómo describir esta playa, sorprende la sensación de estar en un lugar donde apenas debe pisar nunca un ser humano. Uno de los pocos sitios donde la naturaleza se muestra intacta. Seguimos sin ver ningún barco, es sorprendente. Es uno de los sitios que más me han gustado en los 30 años que llevo navegando. Es emocionante comprobar que aún quedan rincones así en la tierra.
Nos damos un baño en esta playa paradisiaca, espero que las fotos y videos con el dron hagan justicia a este paraíso. Pero como no podía ser de otra manera, la marea no espera, así que cuando decidimos volver está muy baja y en alguna de las partes nos tenemos que bajar a empujar el dinghy, tardamos un poco más en volver pero la excursión ha merecido el esfuerzo.

Alquiler-barco-Caribe-yate-motor-velero-catamaran-turismo-vacaciones-BahamasVolvemos a navegar en nuestro catamarán, ponemos rumbo hacia el Parque nacional , Warderick Wells, la entrada es otro espectáculo de color, de turquesas, esmeraldas, blancos, el paraíso de cualquier fotógrafo , es apabullante. Pasamos el canal, hay muertos para pasar la noche y se pagan en La Oficina del parque, no hay ni un solo barco tampoco aquí. Nos decidimos por un muerto que está cerca de la oficina del parque , para sorpresa de todos hay un tiburón nodriza dando vueltas a la boya, Pedro que no es muy navegante , pega un grito de pánico tremendo, le decimos que tranquilo que no hacen nada y sobre todo que el tiburón está en el agua y que al barco generalmente no saltan para comer personas.
Me tiro con la gopro y filmo al tiburón a 1 metro de distancia pero hay muchísima corriente y me cuesta mantenerme cerca, a él no le cuesta nada.
Bajamos a La Oficina del parque para recoger toda la información de la zona
Los vigilantes del parque son muy simpáticos, nos dan folletos explicativos, nos cuentan que en 3 semanas los barcos llegaran de nuevo ( esto es primeros de noviembre) y que hasta julio están siempre viniendo, con bastante movimiento.

Nosotros estamos encantados de que no haya nadie por aquí. Parece un sueño.

 

Continuará…

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Bahamas Islas Exumas (1ª parte) https://aproache.com/bahamas-islas-exumas-1a-parte/ Tue, 29 Dec 2020 13:32:52 +0000 https://aproache.com/?p=54059 Alquiler-barco-Caribe-yate-motor-velero-catamaran-turismo-vacaciones-BahamasDejamos Madrid una lluviosa mañana de Noviembre rumbo a un destino desconocido hasta ahora para mi,  las islas Exumas, un archipiélago de las islas Bahamas.

Me acompañan dos periodistas franceses de la revista Neptune y Pedro Madera, viejo conocido y experto periodista de viajes.

Volamos desde Orly a la isla de San Salvador, la más oriental de las Exumas y desde allí tomamos un vuelo corto hasta Nassau,  volando bajo y disfrutando del color de las aguas increíbles de Bahamas.

Ya en Nassau un taxi nos lleva hasta  Marina Atlantis. Pagamos 55 dolares por el corto trayecto, un aviso de que la vida aquí es cara para los turistas al menos. La marina tiene un hotel que me recuerda una película de Walt Disney, enorme y supongo repleto en temporada alta.

El catamarán nos espera en la Marina, un Moorings Power 51 de 4 camarotes, amplio y confortable, con él recorreremos las  Exumas en 6 días.

Cenamos  un restaurante local, un delicioso Mahi Mahi, pez parecido al King Fish. Tras un sueño reparador zarpamos al despuntar el día, las 5 am.

Para todos es una incógnita, ninguno hemos navegado aquí antes y no sabemos que nos vamos a encontrar.

Salimos por el canal de Nassau y Ponemos rumbo a Allens Cay a unas 25 millas de distancia, 2500 vueltas y a 15 nudos hacia la aventura. En medio del canal decidimos aflojar la marcha y pescar un rato, después de sacar unas cuantas algas, por fin pica un Jack de unos 3  kilos que será nuestra comida al llegar a Allens Cay.

La llegada es una explosión de color azul turquesa y blanco, cuando estamos fondeando aparece un tortuga gigante, nunca había visto una tan grande y puedo asegurar que he recorrido el mundo entero y he avistado muchas tortugas.

Cuando desembarcamos nos vemos rodeados de multitud de iguanas de todos los tamaños, que curiosean a nuestro alrededor. Exploramos la zona, hay  muy poca profundidad por lo que  fondeamos en unos 3 metros de agua, debemos tener en cuenta  la corriente. El sitio es impresionante.

Nos damos un festín culinario, una excelente pasta con brócoli y nuestro Jack que lo preparamos a la Bilbaína.

Nuestro siguiente cayo es Highborne Cay, navegamos a 15-20 nudos bajo un cielo despejado y un sol esplendido. Fondeamos en la playa y disfrutamos de un baño en otro lugar de ensueño, aún no hemos visto ningún barco por aquí.

Alquiler-barco-Caribe-yate-motor-velero-catamaran-turismo-vacaciones-BahamasNos movemos de nuevo, esta vez a Norman Cay en la parte sur, para bucear entre los restos del naufragio de un avión que cayó al mar en  1980 . Este  Curtis C-46 A Commando volaba con un cargamento de cocaína del cartel de Medellín cuyo destino final iba a ser, probablemente, EEUU. En algún momento del trayecto, y por motivos desconocidos, el piloto, se vio forzado a realizar un aterrizaje de emergencia acabando en estas aguas poco profundas.  Está a menos de 1.5 m de profundidad , el agua es cristalina y está lleno de peces de colores. El avión solo ha  perdido la parte de arriba del fuselaje, el resto está intacto , las alas, las hélices, la cola , el morro,… Me ha encantado bucear en este pecio, espero que las fotos y videos que he hecho muestren la belleza de lo que hemos visto.

Para rematar este primer día navegando volvemos a movernos al sur hacia Shroud Cay, llegamos justo a tiempo de ver el sol sumergirse lentamente en el mar, tras el fondeo un baño en el agua cristalina y cálida. Unos magníficos gintonics mientras charlamos en el Fly bridge a la luz de las estrellas dan por concluida nuestra jornada.

 

Continuará…

 

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Travesía del Atlántico 6ª parte , último capitulo https://aproache.com/travesia-del-atlantico-6a-parte-ultimo-capitulo/ Wed, 17 Jun 2020 14:04:10 +0000 https://aproache.com/?p=48504 DIARIO TRAVESÍA ATLÁNTICO 2014

St.Thomas (Virgin Islands)-Sao Miguel (Islas Azores) 2 de Mayo al 21 de Mayo de 2014

Travesía del atlantico-Sábado día 17 de mayo A las 1500h l 34º 36,5’N  L 38º 13,6W  Rv: 65º

La mañana sigue con buen viento de ceñida, salvo el compañero de guardia, el resto hemos estado haciendo inventario de provisiones y agua para elaborar los menús para el resto de días de travesía, siempre dejando un stock por si se alarga la travesía, lo que llamamos un “respeto de provisiones”.
En un barco la creatividad es necesaria para sacar el máximo partido a cualquier circunstancia, no tienes los recursos ni los materiales de que dispones en tierra, pero son muchos los pequeños detalles, que con ganas y un poco de ingenio, hacen tu vida a bordo mucho más placentera.
En el barco hay tiempo libre, pero no tanto como inicialmente imaginaba, entre guardias, cocina y trimado de velas las horas pasan volando. De todos modos siempre tenemos algún rato libre en el que podemos dedicarnos a leer, conversar con los compañeros o investigar los entresijos del Zulú.
Hoy a Gisela y a mi nos ha vuelto a tocar la guardia difícil, la de las 0200h de la mañana. Nuestras guardias transcurren últimamente casi siempre en silencio, cada uno disfrutando de cada minuto que pasamos en contacto con el Atlántico, con las incontables estrellas que nos saludan en las noches despejadas o en compañía de la luna, cada día más bella y sorprendente con sus creativas formas entre las nubes.
Estamos todos muy cansados físicamente y el sueño es el principal enemigo en la navegación nocturna, por muy acostumbrados que estemos siempre es duro luchar contra él. Me comentó un amigo patrón, muy curtido en travesías transatlánticas en solitario, que por la noche siempre navegaba atado con arnés, el radar con alarma de aproximación programada y la alarma de su teléfono cada 20 minutos.

Pensamiento del día: Conoce tus límites y no te confíes.

Travesía del atlántico-Domingo día 18 de mayo A las 1500h l 35º 29,5’N  L 35º 14,7‘W  Rv: 72º
Familias de delfines

Hoy ha amanecido una hora antes de lo habitual, sobre las 0400 de la mañana ya se dejaban ver los primeros rayos del sol combinados con chubascos, pero al mediodía, a 480 millas náuticas de San Miguel, ya se nota el anticiclón de las Azores, el mar con poca ola y el cielo despejado de esas variopintas nubes que nos han acompañado durante los días anteriores. Volvemos a cambiar la hora de bitácora y adelantamos una hora nuestros relojes, ya solo nos separan dos horas de la hora local en España.

Todo el día nos han estado visitando familias de delfines, se aproximaban a la proa de Zulú para jugar con ella y rascarse con nuestro casco, como de costumbre toda la tripulación se dirige a la proa para sacar fotos y videos, creo que no nos cansaremos nunca de agradecer la visita de estos amigos del mar, rompen la monotonía de la travesía y dan un toque distinto a nuestro quehacer diario.
Ampa y Jorge se han oficialmente convertido en unos panaderos profesionales, hacen pan con pasta de pizza, con harina y aceite, y creo que con cualquier cosa que encuentran en la despensa del Zulú. Todos les estamos agradecidos, hoy han improvisado unos crepes impresionantes con miel para el desayuno y un pan de baguete para la cena. El inconfundible olor a pan recién hecho invade cada rincón del barco, un verdadero lujo.
El anticiclón está sobre nosotros, el poco de viento que tenemos nos entra por la proa del Zulú y no tiene pinta de mejorar, nos vemos forzados a navegar a motor otra vez limitando las revoluciones. No somos capaces de subir de 5,5 nudos la velocidad del barco.

A las 2400h estamos a unas 450 millas de San Miguel, en condiciones normales serían 3 días de navegación, ETA (tiempo estimado de llegada) sobre las 2400 h del miércoles 21 de mayo, si no podemos mejorar nuestra velocidad de crucero subir hasta 6 nudos, no llegaremos antes de las 1200 del jueves 22.

Pensamiento del Día: Las dificultades unen a las personas y los buenos ratitos también.

Travesía del atlántico-Lunes día 19 de mayo  a las 1500h l 36º 13,0’N L 32º 44,4‘W  Rv: 73º
Tranquilidad

Hoy ha sido un día de calma y tranquilidad a poco más de 300 millas de nuestro destino navegamos a motor con algo de mar de proa, estamos haciendo una media de unos 6 nudos.

La mañana la hemos dedicado a hacer reparaciones en el barco, Jorge y yo hemos estado reparando un asiento de uno de los bancos de la cocina, la verdad es que nos lo hemos tomado con calma y ha quedado bastante bien, había que colocar de nuevo las bisagras que se habían soltado de tanto abrir y cerrar.

Nuestra travesía está llegando a su fin y todos empezamos a pensar en lo que nos espera a nuestro regreso a la vida cotidiana. Estimamos llegar a puerto el jueves día 21 por la mañana, Pepa y Jorge ya se han reservado los billetes de avión de San Miguel a Madrid para ese día por la tarde, les he dicho Diego que quizás se han precipitado, ya que no sabemos a qué hora llegaremos. Con mala mar nos podríamos retrasar.
Después de más de dos semanas en el Atlántico, sin más contacto con la civilización que nuestros 6 compañeros, se empieza a echar de menos a las personas, no echamos de menos las comodidades de nuestras casas o la alimentación, pero sí nuestros hijos, padres, hermanos y amigos. Se nota esos momentos de melancolía en el tono de nuestras conversaciones, donde cada vez más a menudo hablamos de anécdotas de nuestro seres queridos y también en lo que vamos a hacer cuando lleguemos a tierra.
Creo que esta travesía nos ha enseñado muchas cosas, una de ellas y muy importante, es valorar a nuestros seres queridos.
Está siendo un día muy nublado, el color plomizo predomina en cubierta. Luego de comer estamos todos muy relajados, dormitando, leyendo o haciendo la siesta. No tenemos prisa en llegar a ningún sitio, estamos aquí en medio del océano y nuestra única preocupación es vivir el momento.

Pensamiento del Día: “Carpe Diem, me dejo llevar, fluir.”

Martes día 20 de mayo A las 1500h l 36º 54,7’N  L 29º 26,4‘W  Rv: 75º
Nubes y pájaros

Hoy me ha sorprendido el amanecer de guardia, a las 0430h de la mañana, ha sido un amanecer tímido, unos cuantos rayos de sol que se abrían paso en tres un cielo de color gris repleto de nubes.

El viento ha jugado con nosotros durante toda la mañana, entre 10 y 27 nudos con rachas continuas. Con un viento así es muy difícil trimar, sacas vela y recoges vela casi constantemente. Hemos navegado con mayor rizada y yanqui, también rizado, ya que para este tipo de viento de ceñida rabiosa tiene mejor desempeño que el génova.
Sobre las 0011h, Diego y yo, agotados mental y físicamente de pelear con Eolo, hemos decidido recoger toda la mayor, poner algo de motor y dejar el yanqui rizado. Con una velocidad de embarcación cerca de los 7,5 nudos vamos ganando millas hacia la Isla de San Miguel con una escora soportable.
Se nota que vamos acercándonos a tierra, cada vez son más los pájaros que vienen a visitarnos al Zulú. Los hay de todos los tamaños y colores, nos preguntamos todos a dónde se dirigen y cómo pueden sobrevivir en mar abierto.
El mar sigue caprichoso, rociones, olas y corriente. Nos habría gustado un poco de sol para animar los últimos días de travesía pero no ha podido ser, quizás mañana.
En San Miguel acabará esta increíble travesía para Ampa, Gisela, Jorge, Pepa, y para mi. Arturo continua hasta Alicante.
Os recomiendo que si estáis pensando en cruzar el Atlántico en un barco por etapas, o con salida y destino en diferentes puertos, chequeéis antes los precios de los aviones de vuelta a casa y lo tengáis en cuenta para decidir que puerto de destino final.
El atardecer ha sido espectacular, el sol se ha despedido con fuerza, una pareja de delfines han venido a darnos las buenas noches. Qué presumidos y juguetones son estos animales. Realmente entrañables.
Hemos cenado a las 1900h, parece que la noche va a ser larga y la intensidad del viento va a ir en aumento, coloquialmente la gente del mar decimos que vamos a tener “castaña”, así que nada más cenar hemos preparado las velas para una noche complicada, mínimo trapo y ayudados por el motor.
Ya se empiezan a ver caras de pena entre la tripulación, mentalmente ya estamos todos pensando en la vuelta a la normalidad de nuestras vidas. Si no tenemos imprevistos mañana llegaremos a Sao Miguel y acabará esta increíble aventura.

Pensamiento del día: “El Ying y el Yang, sin un final no habría un principio, sin la tristeza no existiría la alegría”.

Travesía del atlántico-Miércoles día 21 de mayo A las 1500h l 37º 39,1’N L 26º 01,1‘W Rv: 77º
Sao Miguel (Islas Azores)

El mar está más bravo que de costumbre, seguimos navegando con poco trapo en el yanqui, sin mayor y el motor a 1400 rpm, ya estamos muy cerca de tierra y Diego está echando la casa por la ventana, subimos revoluciones de motor sin problemas.

Las olas nos vienen de proa y superan los 4 metros, pasan por encima de nuestras cabezas con bastante frecuencia y rompen en popa, no lo habíamos visto en la vida. No hay riesgo para nosotros ya que el Zulú es un barco muy sólido y con un antirociones y bimini grande que nos permite protegernos bastante bien, de todos modos, siempre sale alguien mojado más de la cuenta. Sinceramente, al enrolarme en esta travesía esperaba más días duros, la méteo y el estado de la mar han sido muy benevolentes con nosotros.
El vaivén de las olas es tremendo y casi toda la tripulación ha caído mareada, para estos casos lo que nos ha funcionado muy bien es el aire de cubierta, las zonas donde menos se suelen marear los tripulantes es en crujía o en la caña mirando a lo lejos en el horizonte, como no teníamos fruta ni pan se han repartido equitativamente entre los perjudicados los restos de una bolsa de prezzels, esos snacks con forma de aro trenzado, que quedaba de reserva en el tambucho de los aperitivos.

La mañana sigue sin novedad, avistamos tierra a las 13,15h, la isla de Sao Miguel se presenta ante nosotros con toda su fuerza, el día ha despejado y podemos divisar claramente su orografía. Ampa y yo estábamos en la cocina preparando un pollo a la cerveza al horno cuando oímos a Arturo decir a todo pulmón; “tierra a la vista”,
toda la tripulación ha subido rápidamente a la bañera para ver en primera persona la silueta de la isla que pondrá fin a nuestra aventura.

Por la tarde me toca guardia, Ampa me acompaña hablando de nuestras cosas mientras toda la tripulación está dedicada a preparar el equipaje.

Jorge consigue cobertura en su teléfono móvil y empieza a llamar a todo el mundo dándole la buena nueva; “ya estamos casi en las Azores, estamos viendo San Miguel”, dice con gran emoción.

Llegamos a la Marina de Punta Delgada en la Isla de San Miguel 1800h, llamamos por radio a marinería para que nos indicaran el número de nuestro atraque pero no había nadie de servicio, tampoco estaba operativo la oficina de aduanas, fiscal o inmigración. Tras esperar un buen rato a la entrada del puerto, decidimos atracar en un sitio libre que encontramos en la marina, por cierto bastante descuidada con muchas embarcaciones fuera de servicio. Como no podíamos ver el reloj de sonda al tener dañada la pantalla, me dirigí a la proa del barco para avisar a Diego de algún bajo en nuestra derrota.
Muy despacio y con mucho cuidado nos acercamos a un pantalán que estaba libre, hemos llegado a nuestro destino.Nuestra gran aventura había llegado a su fin.
Fuimos todos a las duchas sorteando los excrementos de las gaviotas que acampaban a su aire por los pantalanes. La verdad es que la marina está muy dejada. Nos supo a gloria poder tomar una ducha en tierra firme.

Diego había quedado para cenar todos juntos con Daniel, Xavier y Melchor, los nuevos tripulantes del Zulú, que iban a hacer la travesía desde Azores a Alicante, a las 2100h en el restaurante Mariserra. Melchor es un amigo y compañero de la universidad de Diego, marino mercante que trabaja la temporada de verano en una goleta en Formentera, un profesional con muy buena actitud y que estoy seguro será de gran ayuda a Diego en lo que queda de singladura. Daniel es una persona muy afable, navega a vela desde hace años, tiene un barco con su padre en Castellón y parece que tiene mucha experiencia, conoce bien la vida a bordo y será un complemento excepcional. Xavier es un empresario catalán que quiere cruzar el estrecho, su experiencia en navegación es limitada y tendrá que hacer un esfuerzo por acoplarse al resto de la tripulación en poco tiempo.

Todos juntos nos reunimos en el restaurante a la hora prevista y disfrutamos de un buen bacalao con patata asada al estilo portugués. Celebramos la travesía con unas botellas de vino local y unos chupitos de aguardiente, a las 2300h  estábamos todos en nuestros camarotes dispuestos a disfrutar de un merecido descanso.

Pensamiento del día: “ Qué importante es ser resolutivo, saber improvisar y buscar soluciones de donde aparentemente no las hay”.

III. REFLEXIÓN FINAL SOBRE LA TRAVESÍA

Esta experiencia ha puesto a prueba nuestra pericia como marinos y también como personas. Los momentos de alegría y las dificultades unen a las personas y hemos tenido de todo tipo, hemos conseguido hacer un gran equipo de personas con perfiles muy diferentes, la diferencia, la diversidad y la tolerancia marca la diferencia en los equipos y es uno de los factores que los convierte en equipos de alto rendimiento.
Los miedos iniciales se disiparon y nos acostumbramos a la vida a bordo muy rápidamente, los peligros estaban allí pero nunca nos sentimos en riesgo. Ha sido una experiencia inolvidable.
Hace solo un par de días que abandonamos el Zulu y volvimos a nuestras vidas, no se si volveremos a ver a nuestros compañeros de tripulación, pero os aseguro que ya echamos de menos ese ambiente y estilo de vida que nos ha acompañado durante 22 días.

Texto de Tony Climent

 

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Travesía del Atlántico 5ª parte https://aproache.com/travesia-del-atlantico-5a-parte/ Wed, 03 Jun 2020 10:22:34 +0000 https://aproache.com/?p=48407 DIARIO TRAVESÍA ATLÁNTICO 2014

St.Thomas (Virgin Islands)-Sao Miguel (Islas Azores) 2 de Mayo al 21 de Mayo de 2014

Travesía del  atlántico – Martes día 13 de mayo A las 1500h l 31º 19,9’ N L 49º 12,6’W Rv: 68º

Delfines y Ballenas

La guardia de ayer fue muy tranquila, calma chicha que nos ha permitido hacer buena velocidad a motor, hemos entrado en un anticiclón y se prevé estar así casi toda la semana, hemos hecho 18 millas en las tres horas de guardia, está muy bien teniendo en cuenta que la media es de 14. Ya estamos a 1.300 millas de destino, a esta velocidad calculo que llegaremos en unos 10 días, el jueves día 22, pero todo dependerá de lo que nos encontremos los próximos días, con mala mar, ola de proa o poco viento la cosa puede alargarse más.
Hoy es martes y 13, ni te cases ni te embarques dice el refranero, me parece que es demasiado tarde para hacerle caso, jajaja.
La mañana de navegación sin incidentes, ha picado un pez muy grande pero ha roto el anzuelo y se ha escapado de nuevo, que mala suerte tenemos con la pesca.
Ya empiezan a escasear algunas cosas, hay que mentalizarse que nos quedan muchos días y hay que racionar ciertos alimentos, de momento todos estamos de acuerdo, no hay problema. Veo a Diego especialmente preocupado por el agua y el pan, acordamos entre todos limitar el consumo de agua
Ha venido a visitarnos una familia de delfines, nos han acompañado unos 15 minutos, jugaban con nosotros y se rascaban con nuestra proa, la tripulación ha aprovechado la visita y se ha hecho fotos en la proa disfrutando de los compañeros de viaje. También estamos empezando a ver algunas medusas carabelas portuguesas, son muy curiosas, navegan con una especie de vela que les da el nombre, sus filamentos alcanzan los 30 metros y su picadura puede ser mortal.
Debe haber habido un temporal hace poco ya que estamos viendo bastante basura en el mar, bidones de plástico fundamentalmente, que pena da ver estas cosas flotando en un océano tan azul y hermoso. Ojala tengamos más sentido común y pongamos remedio a tiempo.
Ha entrado viento del SE y estamos navegando de través, buena velocidad más de seis nudos. Sobre las 1100h hemos superado el punto medio de nuestra travesía, en dos días estaremos por debajo de las 1000 millas a destino. A las 1300h hemos vuelto a adelantar otra hora nuestro reloj de bitácora, ya estamos a cuatro horas de diferencia por debajo de España.

La vida a bordo se organiza con naturalidad, cada uno encuentra su sitio, sin prisas, sin forzar situaciones, la base es el respeto. He navegado con muchas tripulaciones
distintas y esta tripulación lo está haciendo francamente muy bien, siempre hay momentos un poco más tensos, pero lo estamos llevando con mucho sentido común.
La tarde trascurre con Jorge de guardia, viento constante de través pero de intensidad variable lo que hace que se rompa el trimado de velas y exige una vigilancia constante del génova y la mayor. Al final el viento cae sobre las 1500h y Diego decide navegar a motor para ganar rumbo.
Esta tarde ha ocurrido otro episodio muy simpático del compañero Jorge, ha aparecido en los tambuchos una botella de un licor de coco con bastantes grados, como a Jorge no le gusta tirar nada, para evitar que fuera a la basura se lo ha llevado a su habitación para probarlo y ver si estaba bueno, ha salido de la siesta botella en mano con dos vasos de chupito, y diciéndonos que ha dormido como los ángeles. Qué tío más “salao”
Parte de la tripulación estábamos de siesta cuando Ampa, Pepa y Arturo han visto el lomo y la cola de una ballena, se ha sumergido muy rápido y ha desaparecido casi sin que se dieran cuenta, una pena que no haya querido venir a navegar con nosotros un rato. Nos comenta Diego que cerca de las Azores es bastante habitual avistar este tipo de cetáceos, a ver si tenemos suerte y nos los volvemos a cruzar
en nuestra travesía.
Como todas las tardes hemos estado anotando en la carta nuestra situación y revisando los vientos y corrientes en la zona por donde estamos navegando, Diego nos ha dejado ojear un libro buenísimo de su librería particular, “The Atlantic Crossing Guide”, es una guía muy resumida de las cosas importantes a la hora de cruzar el Atlántico pero es muy completo. Una buena ayuda, no cabe duda.
Esta tarde el viento se ha colocado en nuestra popa, estamos navegando entre largo y popa redonda. Como no tenemos indicador de viento real, para calcularlo usamos el viento aparente. Esto nos ha servido para recordar los básicos de cuando estudiamos PER, si vamos de ceñida restamos a la velocidad del viento la velocidad del barco, y si navegamos de popa o largo hay que sumar nuestra velocidad al viento aparente.
Este detalle es muy importante, esta noche sobre las las 2100 el viento ha rolado de proa a largo de popa, teníamos una velocidad de buque de 7 nudos y un viento aparente de popa de 12 nudos, estábamos todos muy tranquilos, cuando de repente el patrón ha caído en que había que sumar los dos datos para calcular el viento real. A la voz de “chicos me he dormido, mayor abajo que hay mucho viento y es peligroso”, todos hemos reaccionado al unísono, estábamos navegando a todo trapo con 20 nudos aproximadamente. Con el tamaño y las condiciones del velamen del Zulú cualquier racha de viento superior a 20 nudos es mucho viento, irse de orzada, un cambio en la dirección del viento o la altura de las olas pueden crear un problema serio. En las guardias de la noche es mejor ir cortos de trapo que pasados de vela. Hemos metido mayor y sacado yanqui, pero no daba velocidad, lo hemos cambiado por el génova y entonces hemos alcanzado los 6,5 nudos sin demasiado desvío en el rumbo. Todo preparado para la noche.
Con esta intensidad de viento y sin información sobre el viento real las guardias van a ser un poco pesadas, un compañero vigilando que no se acuartele el génova y el otro compañero controlando la velocidad del viento aparente, si sube más de 20 nudos hay que recoger trapo. Otra noche durmiendo en la bañera.
Travesía del atlántico -Miércoles día 14 de mayoA las 1500h l 32º 06,2´N L 46º 29,9W Rv: 68º
Bajamos de las 1000 millas

La noche ha sido tranquila con viento de popa redonda, salvo un chubasco que ha descargado bastante agua en el turno de Pepa y Arturo, de 0200 a 0500h, estos pequeños aguaceros no avisan y nos llevan de cabeza, antes de entrar en la nube hay que prepararse, una vez dentro te descargan de golpe toda el agua que llevan. Cuando los estás atravesando el viento rola y sube de intensidad, es importante recoger trapo, si no todo parte, para evitar romper las velas de proa con las crucetas. Hay que actuar con rapidez y sin dudarlo, menos mal que la tripulación ya se maneja con mucha soltura en las maniobras.
Le damos la bienvenida a la mañana saludando a un mercante monstruoso con cuatro grúas en cubierta, un tremendo carguero nos ha maniobrado sin problemas sobre las 0700h. En el Zulú no tenemos reflector de radar, me comenta Diego que no hace falta ya que el casco es de acero, parece que tiene razón, de momento nos están maniobrando sin problemas.
La mañana tiene pinta de encalmada, ola de SW no muy alta pero alargada que hace que el barco se balancee incómodamente. Vamos a motor haciendo 6 nudos de velocidad a 1000 rpm. Confiamos en que el viento suba pronto, las horas que navegamos a motor son aburridas y perdemos velocidad.
Ha subido un poco el viento de proa, como tenemos bastante ola hemos tenido que trimar la génova a mano durante varias horas para evitar que se acuartele, Ampa y yo hemos pasado un buen rato cazando y largando trapo para evitar que se dañase con las crucetas e intentar mantener la velocidad de crucero. Cuando ya llevábamos un rato trimando a mano, me he acordado de un truco que vi hacer a un patrón en una de las regatas que hicimos hace unos años, la triquiñuela consiste en trincar la contraescota del génova a la cornamusa del través del lado por donde está cargando la vela para evitar que se acuartele. Ha funcionado muy bien, hemos superado los 7 nudos de velocidad durante toda la mañana, lo suyo habría sido atangonar la vela pero me comenta Diego que está cansado y no tiene ganas de trabajar mucho esta mañana colocando el tangón.
Hoy el patrón nos ha sorprendido preparando unas tortitas, panqueques, unos con miel y otros con pavo. Han hecho las veces de comida, estaban buenísimos.
La tarde sin novedad, viento de popa, 6 nudos y haciendo millas, hoy superaremos la barrera sicológica de las 1000 millas, esto significa que entramos en tiempo de descuento y que en principio la reserva de gasoil deja de ser un problema, si necesitamos subir la media de velocidad podemos incrementar las revoluciones del motor, siempre y cuando no nos encontremos con mucho viento o mar de proa que exijan forzar motor. Son buenas noticias pero con reservas.
La tarde ha sido muy dura, hemos entrado una familia de pequeñas borrascas, detrás de una venía otra, así hasta cuatro en unas tres horas, subía el viento, mar de cuatro metros, espuma blanca y a aguantar el tirón, navegábamos solo con un trapito pequeño de yanqui y sin mayor, hemos acabado todos bien mojados, los trajes de agua colgados en los cuartos de baño y rezando para que no volviese a venir otra borrasca ya que no nos quedaba ropa de navegación seca.
Ha sido curiosos entre la segunda borrasca y la tercera ha venido a visitarnos una familia de delfines, navegaban en parejas, eran más de 20 y nos han acompañado durante más de 10 minutos, comparados con los que estamos acostumbrados a ver en el Mediterráneo, estos eran pequeños y muy delgados, les llaman listados, saltaban alrededor del barco, como siempre una atracción que nos hizo olvidarnos por unos minutos de los chubascos y rociones que estábamos sufriendo.

Como se preveía una noche dura hemos cenado muy pronto para poder descansar bien antes de las guardias, a las 1930h tenía listas unas lentejas con manzana, laurel y cominos para chuparse los dedos, hemos cenado todos juntos en el salón del Zulú, sentados en los sofás o en el suelo, pero protegidos de mal tiempo, no podíamos salir a cubierta, la bañera estaba totalmente mojada, una botellita de vino tinto australiano y todos listos para luchar contra lo que la noche nos quiera deparar. La tripulación ha agradecido una cenita caliente y bien condimentada para calentar el cuerpo.
La noche esta muy despejada pero con un viento que superaba los 25 nudos de ceñida, hemos montado la trinqueta entre Diego, Jorge, Arturo y yo. El patrón ha decidido navegar con motor a 900 vueltas y un poco de trinqueta, hacíamos 5,5 nudos de velocidad. Es en estos momentos cuando más echo de menos nuestro 409, Son de Mar, en condiciones similares Ampa y yo no habríamos puesto motor, habríamos dejado la trinqueta reducida pero habríamos sacado algo de mayor muy abierta de botavara y seguro que habríamos superado la velocidad media de 6,5 nudos, ahorrado combustible y disfrutado del placer de navegar a vela, pero el Zulú, como comente días antes, es otro tipo de barco y no se trima de la misma manera.
Diego, el patrón, conoce el comportamiento del Zulú y parece que no duerma nunca, es capaz de sentir desde su camarote las orzadas, arribadas y los cambios de rumbo, si alguna vez cogemos el timón y se nos va de rumbo el barco no tarda en asomar la cabeza por la escotilla de su camarote para preguntarnos si hay algún problema. Esta pendiente de todo, el gasoil, el agua, la electrónica, el teléfono satélite con los mensajes de méteo desde España. A veces se estresa por el estado del barco, por la falta de viento, o por la falta de pericia de la tripulación, pero es muy buena gente y sabe lo que lleva entre manos.
A las 2200 estábamos a 1024 millas de destino, esta noche íbamos a rebajar la distancia de San Miguel a menos de 1000 millas náuticas, según mis cálculos sería sobre las dos o tres de la mañana, con un poco de suerte sería en mi guardia, mañana os lo cuento…
Pensamiento del Día: “Hay que desaprender para poder aprender”.

Travesía del atlántico-Jueves día 15 de mayo A las 1500h l 32º 55,3’N L 43º 54,4W Rv: 68º
Con viento y rumbo directo

Hemos rebasado el límite de las 1000 millas náuticas a destino a las 0455h, casi a punto de acabar mi guardia, ha sido una noche con mucho viento, navegando con trinqueta y motor, también hemos superado la barrera de los 30º y esto hace que el tiempo sea más inestable, a partir de los 31º es zona de borrascas y las olas son continuas y no bajan de 3 metros.
La mañana ha sido movidita, nada más levantarnos hemos cambiado la trinqueta por el yanqui y sacado mayor con tres rizos, el mar estaba valiente. Una vez finalizada la maniobra he bajado a hacer café, otra vez más ha salido volando la cafetera, esta vez no ha sido culpa mía, estaba trincada pero en un golpe de mar se ha salido del sitio la parrilla de la cocina y todo el café por el suelo, el horno y el banco de trabajo, la verdad que le ha venido bien a la cocina, así de paso lo hemos limpiado todo. Ha bajado Jorge a ayudarme y con mucho humor hemos vuelto a la carga, todo antes de quedarse sin un buen café esta mañana de ventisca.
Esta tarde Gisela nos ha dado un pequeño susto, acababa de llover y estaba moviéndose por la bañera del Zulú, de repente ha resbalado y se ha caído de espaldas, no ha pasado nada pero podría haber sido algo serio.
La seguridad es fundamental, no estamos en un medio estable como es tierra firme, en el mar el suelo se mueve constantemente, siempre es resbaladizo, bien por que ha llovido o bien por los rociones del mar, además tienes normalmente una escora y en nuestro caso olas de considerable altura. Si está lloviendo es importante que los miembros de la tripulación que no están trimando velas o de guardia se organicen para secar los suelos del interior del barco y evitar caídas. Cuando te mueves por el barco siempre hay que tener al menos una mano libre para poder sujetarte en caso de necesidad, si notas que te vas a caer suelta lo que tengas en la mano, lo importante es no lastimarse, y por la noche o con mala mar, hay que usar el arnés y la línea de vida. El exceso de confianza es la principal causa de accidentes.
El resto del día relajado, buen viento que nos ha ayudado a subir la media de millas por hora, y nos ha permitido navegar con génova y mayor, la verdad es que se agradece navegar a vela sin el ruido de los 265 caballos del motor Perkins que nos suele acompañar.

Pensamiento del día: “La confianza es la principal causa de accidentes”.

Viernes día 16 de mayo A las 1500h l 33º 50,5’N L 41º 10,6W Rv: 72º

Mañana de navegación a motor con poco trapo, tenemos viento de popa redonda y alguna borrasca que se cruza en nuestro rumbo. Volvemos a bajar la media de millas. Dónde está el viento?.

A mitad mañana nos ha pasado una embarcación con pabellón inglés por babor, dos palos y todo con todos los lujos de los grandes esloras, navegaba a motor y con trinqueta, por la velocidad que llevaba no parecía que tuviese problemas de limitación de consumo de combustible. Era uno de esos barcos de lujo que puedes encontrarte fondeado en Ibiza o Formentera durante el verano, con todo tipo de detalles y comodidades, recuerdo hace unos años uno que tenía un servicio privado de vigilancia con motos acuáticas que no permitía a otras embarcaciones acercarnos demasiado.

Jorge nos ha sorprendido con otro descubrimiento, estaba buscando unos guantes de trimar que se le había caído detrás de uno de los sofás del salón, y por casualidad se ha encontrado dos tostadas de pan envueltas en una servilleta, deben tener más de dos semanas, ya que no tenemos tostadora a bordo y el pan se acabó hace varios días, ni corto ni perezoso se las ha desayunado con el café con leche, está claro que el compañero de hambre no se va a morir.

Hace unos días le pedí un derrotero de la estantería de la librería del Zulú, el derrotero es un libro de rutas náuticas con distinta información, y cuando se pone a buscarlo me dice; “Toni yo no veo el libro de Doroteo por ningún sitio”, un cachondo. La verdad es que está dando mucho juego, estoy seguro que cuando todo esto acabe lo voy a echar mucho de menos.
Luego de comer el patrón nos ha comunicado que estima llegar a destino en 6 días si el tiempo no nos sorprende con nada raro, sería un día antes de lo previsto inicialmente, como me decía Pepa ayer, no me importaría llegar mañana a puerto, pero tampoco me importaría estar un par de semanas más, la travesía está siendo muy llevadera y el grupo de compañeros un encanto.
La tarde y la noche han sido muy ventosas, vientos de ceñida que superaban los 25 nudos, hemos ganado unas buenas millas. En un barco como el Zulú, que desplaza 70 toneladas, como ya he comentado anteriormente las maniobras hay que hacerlas con mucho cuidado y con todos los miembros de la tripulación muy bien coordinados, hay que poner especial atención cuando se trabaja con sus winches descomunales, la fuerza que tienen puede amputarte un dedo si no vas con cuidado, una orzada de vela sin tener bien controlada la contraescota puede llevarse por delante parte del guardaZmancebos, la barandilla metálica que rodea el barco, como ya pasó hace unos meses en una embarcación parecida a esta.
En un barco la seguridad es lo primero. Recuerdo los consejos de un viejo lobo de mar con el que aprendí a navegar; “Toni en un barco nunca toques nada que no sepas para que sirve, no lasques un cabo si no sabes como va a reaccionar el resto de la jarcia, antes de hacer una maniobra asegura todos los pasos y repásalos con la tripulación.
Habitualmente, en regatas o navegando con amigos en barcos más pequeños, antes de una maniobra el timonel avisa de la maniobra a la tripulación; “preparados para virar?” o “preparados para trasluchar?”, y la tripulación contesta “preparados”, sin la confirmación de la tripulación no se realiza la maniobra.
En teoría tendríamos que estar navegando por los “westers”, vientos del oeste que soplan por encina de la latitud 31º N que nos tendría que proporcionar un buen viento de través o de largo que nos acercaría a nuestro destino, pero no es así, seguimos con viento de ceñida que nos obliga a navegar más incómodos y controlando en todo momento las posibles orzadas y acuartelamiento de velas de proa, seguimos cruzando zonas de borrascas que hacen que los vientos rolen y cambien de intensidad, tenemos que estar con el 100% de nuestros sentidos.
Hoy Ampa y Pepa han tomado la iniciativa de empezar a hacer pan, tal y como se comprometieron hace unos días, no lo habían hecho antes pero les ha salido genial, es una mezcla entre pan y pasta de pizza. Lo han preparado con aceite, harina y sal, como no tenían levadura han utilizado cerveza y para que fermentase lo han dejado reposar en la sala de máquinas al calor de los motores. Estaba buenísimo, a unos le han puesto romero y otros al estilo tradicional, la verdad es que han alegrado la cena y el desayuno de mañana.
La noche ha sido dura, como de costumbre hemos dormido muy poco todos en general, el patrón en la bañera y el resto en el suelo de los camarotes. Me he dado cuenta que dormir en el suelo del camarote con una colchoneta tiene su técnica, te acomodas entre dos paredes para que te sujeten cuando el barco escora pero tienes que tener en cuenta las distintas cosas que te pueden molestar durante el sueño, como son los pomos de los cajones, sujeciones, ángulos y esquinas. Esta noche cuando ya me había acostumbrado a dormir con un pomo de un cajón entre la cuarta y quinta costilla se ha abierto el armario de la ropa de navegación y se me ha caído toda encima, creo que cuando lleguemos a tierra firme vamos a tener que aprender a dormir sobre cama estable. La próxima noche de ceñida me llevaré una segunda colchoneta para cubrir los tiradores de los cajones. Que gran idea .

Pensamiento del día: “En la mar nada es previsible, las excepciones son tan habituales como la norma”.

Continuara nuestra travesía…..

Texto de Tony Climent

 

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Travesía del Atlántico 4ª parte https://aproache.com/travesia-del-atlantico-4a-parte/ Wed, 20 May 2020 14:02:09 +0000 https://aproache.com/?p=48311 DIARIO TRAVESÍA ATLÁNTICO 2014

St.Thomas (Virgin Islands)-Sao Miguel (Islas Azores) 2 de Mayo al 21 de Mayo de 2014

Travesía del  atlántico Viernes día 9 de mayo A las 1500h l 24º 49,5’N  L 55º 06,9´W  Rv: 342
Diego me había comentado durante la guardia de la noche anterior que veía a la tripulación un poco cansada, que las maniobras no estaban saliendo tan bien como en días anteriores. Yo le comenté que el viento estaba siendo muy exigente y que no todos tenían experiencia previa en navegación. Al día siguiente cuando me desperté el patrón había organizado un curso improvisado de trimado de velas e instrumentación, muy buena iniciativa. Todos tomaron mucho interés y tomaron apuntes, hacía falta una puesta a punto para optimizar resultados.

Sobre las 1000h rebasamos el cuarto de nuestra travesía, necesitábamos buscar mejor viento y cambiar el rumbo hacia el norte, había que seguir subiendo para trazar una buena derrota. Empezamos a buscar viento pero no lo conseguíamos, pasaban las horas y no avanzábamos, el poco viento que encontrábamos venía de proa, no había manera de subir la velocidad del Zulú.
Seguimos así hasta la hora de comer, trimando, ajustando rumbo, y sin demasiado resultado. Estábamos bastante cansados necesitábamos relajarnos un poco.
Para celebrar el final de la jornada nos tomamos el primer ron de St. Thomas con cola, la verdad es que con el trabajo del barco no habíamos tenido tiempo de relajarnos y tomarnos una copa. Era un roncito elaborado en las Islas Vírgenes, Contamos algunas anécdotas e historias de guerra y nos pusimos manos a la obra con la cena.
Durante la tarde Jorge y Arturo seguían intentando capturar un buen ejemplar para la cena. Sin mucha fortuna lo que consiguieron pescar es un montón de sargazos que se enredaron en los anzuelos, rápalas, sedal y líneas de hilo de pescar. Al final se formó una madeja que tardaron horas en desenredar.

Empezaron los turnos de guardia de la noche, ya éramos una tripulación muy disciplinada, cada uno a lo suyo y sin molestar a los demás, descansando a ratitos e intentando coordinar las maniobras de trimado con la mayor efectividad posible, las maniobras iban saliendo cada vez mejor y más coordinadas.
Las guardias muy tranquilas, sin novedad.

Pensamiento del día: “La frustración es un estado mental, lo que nos afecta no son los hechos, es la interpretación que damos a los hechos”.

Travesía del atlántico Sábado día 10 de mayo A las 1500h l 26º 37,38´N L 54º 13,32´W  Rv: 23º
Viviendo en escora permanente

Llevamos 20 horas navegando de ceñida con viento entre 15 y 17 nudos y olas de entre tres y cuatro metros, el barco ha navegado escorado todo este tiempo y es curioso como el ser humano se adapta a casi todas las circunstancias. Navegar así tanto tiempo es como vivir en la casa del terror donde el suelo está totalmente inclinado y todo se cae. Creo que nos hemos convertido en habilidosos malabaristas, si bien es cierto que hemos vertido por la bañera el café de dos cafeteras, varias cervezas y algún que otro refresco.
Con el barco tan escorado no es fácil dormir, o bien nos escurrimos a los pies de la cama o dormimos hechos un ovillo en la cabecera del camarote, tampoco es fácil moverte por el barco, subir escaleras, ducharte, ir al aseo o comer, lo peor son los golpes que te vas dando pero al final te adaptas. Llevamos todo el cuerpo lleno de moratones.
Hemos cocinado ensalada de patata y Frankfurt (ensalada alemana) y para hervir las patatas hemos tenido que trincar la olla con un cabo, ha sido muy divertido, Jorge, Arturo y yo estábamos en la cocina tomando una cervecita y un aperitivo mientras controlábamos que la olla no se cayera al suelo, parecíamos sacados de la película “el gran golpe”, todos entorno a una mesa minúscula, casi sin luz y con la birra en la mano.
La travesía esta siendo muy tranquila a pesar de la escora, vamos jugando con el rumbo y el motor, cuando tenemos viento sacrificamos rumbo, vamos hacia el norte y ahorramos combustible, cuando el viento no tiene intensidad, conectamos motor y recuperamos rumbo. Cambiamos de vela según la intensidad del viento y la necesidad de ceñir más o menos, la génova es muy pesado y necesita más viento que el yanqui, además ciñe menos, si el viento baja mucho utilizamos la trinqueta.
Jorge, se pasa todo el día haciendo cosas, no puede parar, sabe donde está todo estibado, es muy servicial y siempre está dispuesto a ayudar.  Colabora muchísimo en todo tipo de tareas, como pinche de cocina no tiene precio, siempre está dispuesto a trimar y ayudar a los demás, es muy servicial, rellena las botellas de agua de toda la tripulación, te prepara un café o te ofrece un refresco. Da mucho juego y es una pieza clave en el equipo.

La tarde vuelve a ser tranquila, la tripulación, salvo quién está de guardia, se acomoda en la bañera o en los camarotes para descansar, ya nos hemos dado cuenta que la vida en el mar es dura, siempre tenemos algo que hacer.

Pensamiento del día: “La capacidad de adaptación del ser humano es sorprendente, la clave de su superviviencia”.

Travesía del Atlántico Domingo día 11 de mayo A las 1500h l 28º 31,6N L 53º 03,3’W Rv: 35º
Ganando millas al norte.
Hoy hemos tenido otra noche movidita, de las de ceñida y mucha escora. Intentábamos dormir atravesados en la cama para intentar evitar la escora pero era difícil, el viento ha soplado en los 18Z20º con un ángulo de 60º toda la noche, superábamos los 6 nudos de velocidad y ganábamos millas por momentos. Había que intentar no bajar de esta velocidad si queríamos llegar a destino en 18 días, 1 nudo menos supondría un par de días más de travesía a la distancia que nos encontrábamos de San Miguel en las Islas Azores.
La guardia sin novedad, salvo una tormenta que hemos tenido que sortear, al ver el frente de nubes he cogido el timón manualmente y he buscado la cola de las nubes, forzando la ceñida a 35º, intentando no aproarme y cazando botavara de la mayor, nos ha salido bien y hemos evitado el chubasco sin mayor problema. No queríamos acabar empapados otra noche más.
Durante todo el día hemos tenido bastante viento, hemos optado por sacrificar rumbo para ganar velocidad, confiamos en poder recuperar el rumbo más adelante.
La tripulación empieza a estar cansada, varios días durmiendo poco y con trabajo físico exigente. Somos conscientes y todos ponemos de nuestra parte para que el ambiente sea bueno y el buen rollo no decaiga.

La meteo estos días sigue una pauta muy concreta, por las mañanas hace sol y calor, por las tardes se forman nubes convectivas, fruto del aire caliente que asciende a capas más altas de la atmósfera, podemos disfrutar de todo tipo de nubes; estratos, cúmulos, cumulolimbus, estratocúmulos y cirros, todos ellos cuando los atravesamos generan inestabilidad, viento rolando y noches con mucha.
nubosidad, chubascos y rachas de viento. Con estas condiciones es muy difícil navegar tranquilo, tienes que trimar velas constantemente y dormir es imposible.
Esta noche la guardia de 0200 a 0500 ha sido horrible, se ha inundado una sentina de la cocina por la escora, a las 2400 Diego y Jorge han tenido que achicar agua para evitar el constante salto de la alarma. La escora no nos dejaba dormir, mirando el reloj, ya no quedaban más que dos horas para entrar de guardia, sin pegar ojo, he optado por intentar dormir lo que me queda de tiempo de descanso sentado en el sillón del camarote.
Entro de guardia dormido, el viento y el frio hacen que no pueda encontrar refugio detrás del antirrociones, al poco de empezar la guardia, sobre las 0300h nos hemos metido de lleno en una nube tremenda y nos hemos empapado, que frio… abriendo escota conforme íbamos entrando en la borrasca y con la caña a mano, el yanqui a la mínima expresión. Luego hemos metido dos rizos a la mayor para seguir el resto de la noche tranquilos, en la medida de lo posible. Mucho viento, más de 25 nudos y la escora sigue pegando duro.
Al fin acaba la guardia, “con esta escora creo que no voy a poder dormir”, decido bajarme al camarote una de las colchonetas de cubierta y dormir en el suelo, aprovechando la escora del barco. Funciona muy bien , he conseguido dormir varias horas. Hay que adaptarse a las circunstancias y sacar partido de lo que está a nuestra mano.

Pensamiento del día: “Como en jiuZjitsu muchas veces es muy útil aprovechar la fuerza del contrario”

Travesía del atlántico Lunes día 12 de mayo A las 1500h l 30º 07,6’N  L 51º 46,4’W Rv: 21º

Luego de dos días sin poder dormir he tenido mi recompensa, 6 horas seguidas de descanso sobre la colchoneta en el suelo del pasillo de nuestro camarote, que descubrimiento . Me siento bien.

Por la tarde el cielo está claro, sin nubes, tenemos una combinación de azules entre el mar y el cielo impresionante, no hay viento, navegamos tranquilos a motor, rumbo directo a San Miguel, recuperando el desvío, 5,7 nuditos. Disfrutamos de estas horas de tranquilidad saboreando unos chupitos de Johny Walker etiqueta negra que algún tripulante de anteriores singladuras se dejó olvidado en uno de los tambuchos del Zulú.
Creo que me puedo acostumbrar a esta vida muy fácilmente. Los días pasan y estoy muy bien, sin ningún tipo de sensación de agobio, sin ganas de llegar a destino. Que peligro…
Guardia tranquila, el viento a rolado a SE, poca intensidad, aprovechamos para poner motor y rumbo directo a San Miguel, 66º.
Pensamiento del día: “La fuerza del equipo, 1+1=3”

Continuara nuestra travesía…..

Texto de Tony Climent

 

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Travesía del Atlántico 3ª parte https://aproache.com/travesia-del-atlantico-3a-parte/ Thu, 14 May 2020 09:25:32 +0000 https://aproache.com/?p=48268 DIARIO TRAVESÍA DEL ATLÁNTICO 2014

St.Thomas (Virgin Islands)-Sao Miguel (Islas Azores) 2 de Mayo al 21 de Mayo de 2014

Travesia del Atlántico Martes día 6 de mayo A las 15:00 21º 31,7´N L 60º36,1´W Re: 64º
Me levante muy descansado a las 10 de la mañana hora local, la tripulación estaba en la bañera comentando las guardias de la noche anterior. Diego nos informó que había habido un desvío pequeño de rumbo durante la noche y que era muy importante controlarlo durante las guardias, no nos podíamos relajar o daríamos un rodeo tremendo, había que ir corrigiendo rumbo cada vez que se desviará del rumbo objetivo.
Nos habían informado desde tierra que una baja presión importante estaba localizada al norte de nuestra posición, a unos 7º al noroeste, una baja puede ser una borrasca o bien un pequeño huracán, no lo sabíamos, en el segundo supuesto  nos complicaría mucho la travesía. Los efectos de un huracán pueden notarse desde 300 millas, hay que estar muy atentos y salir de la zona de peligro lo antes posible, el viento rola y hay bastante mar de fondo. Justamente los síntomas que  estábamos viviendo nosotros. Para evitar el temporal nos teníamos que desviar de nuestra ruta ortodrómica pero lo importante era la seguridad de todos nosotros, así pues no lo dudamos y abrimos rumbo hacia el sur. Revisamos la derrota que nos daba el programa Navionix en el ordenador de la mesa de cartas, anotamos nuestra posición en la carta física de navegación que llevábamos a bordo y echamos un vistazo al pilot chart. El pilot chart se encuentra junto con la carta de navegación y ofrece información sobre el viento y las olas de la zona a la que hace referencia la carta  para cada mes del año
La tarde fue tranquila, sin viento, el patrón chequeaba la méteo que nos acababa de enviar Curro desde España, parece que estábamos en medio de un anticiclón, la previsión era de encalmada durante un par de días si no salíamos de esa zona, la buena noticia era que nos habíamos alejado del frente situado a nuestro norte.
Sobre las 21 subió el viento a 20 nudos del Sureste,  nos pilló a todos por sorpresa.
Observando los borreguitos del mar, teníamos marejada, y el viento entraba con fuerza por la proa del Zulú. Estábamos seguros de que teníamos más de 25 nudos de viento real. Seguramente los efectos del frente que tratábamos de evitar.
siguiendo las instrucciones de Diego metimos tres rizos a la mayor y cambiamos Génova por yanqui, cuando el viento arrecia cuanto menos trapo mejor. Hicimos bien, en pocos minutos el viento siguió subiendo hasta los 30 nudos y se formaron olas de proa de cinco metros.
Me comentaba Diego que el Zulú es un barco que desplaza muchas toneladas y que en  una orzada o un acuartelamiento de vela en proa (cuando la vela cambia de banda estribor a babor o al revés), puede ocasionar importantes roturas. Es por ello que cuando subía el viento más allá de los 20 nudos Diego optaba por ser muy cuidadoso en el trimado de velas, siempre navegaba con retenida en la mayor y sin forzar .Nuestra guardía esa noche transcurrió con mucho viento, barco muy escorado y sin parar de trimar velas, rociones y algún chubasco esporádico que nos empaparon de agua de lluvia y nos hacían sentir bastante frio. Con mucho esfuerzo conseguimos dejar la guardia a las 02:00h con el barco estabilizado para los compañeros que tomaron el relevo.

Pensamiento del día: “Cuando con viento te preguntas si tendrías que rizar ya has llegado tarde”.

Travesía del atlántico Miércoles día 7 de Mayo A las 15h L 22º 27,2’N – L 58º34,9’W Re: 56º
Nos levantamos sobre las 0730 y comprobamos la derrota del barco, la noche anterior había sido dura pero habíamos sido capaces de mantener el rumbo previsto, parece que la tripulación estaba haciendo bien su trabajo.

La mañana era bastante ventosa, el mar con olas de pequeñas pero muy constantes y está nublado. Decido quitar el piloto automático y me pongo a la rueda, cuando hay mala mar o viento siempre se optimiza más la velocidad y el rumbo llevando el timón a mano en lugar de utilizar el piloto automático.

Pasamos la mañana navegando a vela, muy buena travesía hasta después de comer, sobre las 1500h cayó el viento y el resto de la tarde fue en encalmada, motor con la mayor embolsada, 4 nudos de viento. En estos casos la tripulación tratamos de matar el tiempo leyendo libros de navegación, revisando cartas, contando historias, o escribiendo nuestros diarios de navegación personales.

A las 1600h aproximadamente divisamos una embarcación a nuestro través de estribor, tras unos minutos de travesía juntos nos contactaron por VHF 16, era un catamarán de pabellón alemán de nombre Sinphony. Lo patroneaba una pareja muy simpática, le pedimos la estimación de la méteo para los próximos días, ya que nosotros íbamos casi a ciegas, nos dijeron que lo miraban y en cinco minutos nos volvían a llamar.
Cuando nos volvió a llamar el Sinphony dio la casualidad que Diego se estaba en otra parte del barco y me pidió que atendiese la radio y recibiera la información que el patrón del otro barco nos iba a proporcionar sobre el forecast, la previsión del tiempo. Toda la tripulación estaba muy excitada en el salón entorno a la radio, estábamos contactando con otro barco, entonces tuvo lugar uno de los momentos más cómicos de la travesía, Jorge, al oír decir a Diego la palabra “forecast” no lo entendió correctamente, o lo dijo en broma, pero preguntó en voz alta; “¿qué llueven focas?”, que risas más buenas nos echamos.

La tarde seguía tranquila, nos quedaban como mínimo todavía 15 días de navegación para llegar destino, cuando navegas distancias tan largas hay que mentalizarse que en el mar el tiempo de navegación no depende de ti, mandan elementos externos como son el viento, las olas y las tormentas. Los chubascos a babor nos acompañaron toda la tarde, a ver que nos esperaba esta noche
Las guardias de la noche fueron bastante duras, sobre las 2330 salto el piloto automático por falta de carga eléctrica. Ampa tuvo que llevar a mano la caña durante un par de horas hasta que el patrón cargo las baterías de instrumentación. Ampa se portó como una campeona, timón en mano no se fue de rumbo en tres horas, además se quedó un rato en la guardia siguiente para ayudar a Pepa. Es una suerte tenerla en la tripulación.
Travesía del atlántico Jueves día 8 de mayo A las 1700h l 23º 37,8’N L 56º 42,5’W Re: 40º
Rebasando el Trópico de Cáncer

Guardia a las 0500h, nada más subir a la bañera empezó a llover y el viento a incrementar su intensidad, la guardia prometía otra noche calados hasta los huesos. Sobre las 0700 divisé lo que parecía una pequeña tromba marina, una zona con nubes muy oscuras y viento claramente ascendente, se desplazaba hacia estribor. En caso de ser una tromba se podía complicar mucho las cosas, así que le pedí a Gisela, mi compañera de guardia, que llamara a Diego para preguntarle su opinión. Diego se quedó con nosotros hasta que paso la crisis; redujimos trapo, abrimos la botavara de la mayor y bajamos revoluciones de motor a ver como se comportaba la borrasca. Al final no fue para tanto, pero hay que ser precavidos, nos volvió a llover intensamente, el viento rolaba de babor a estribor en proa, no nos daba para mucho trapo y la velocidad media había bajado a 4 nudos, intentamos trimar velas, izar y rizar mayor, sacar y enrollar génova pero nada hacía que subiéramos la velocidad del Zulú. En estos casos lo mejor es tener paciencia, asegurar las velas para evitar roturas, y esperar a que el viento se estabilice, así lo hicimos y en una hora todo había pasado. Esta situación se repitió siempre que cruzábamos una pequeña borrasca a lo largo de nuestra travesía.

Esa mañana estuve ayudando a mis compañeros con las guardias hasta la hora de comer, eran muchas horas sin dormir pero la méteo estaba complicada.

Sobre las 1100h se inundo el fregadero de la cocina por culpa de la escora de la embarcación, nos habíamos olvidado de cerrar el grifo de fondo y tuvimos que achicar bastante agua, es imprescindible cuando hay temporal o mala mar cerrar los grifos de fondo de los lavabos de los cuartos de baño y fregaderos si no queréis achicar agua durante bastante rato. Ya no se nos volvió a olvidar este detalle durante toda la travesía.

Al final decidimos cambiar de rumbo y caer al sur para intentar inflar las velas, con viento y mar de proa, y el motor a pocas revoluciones no avanzábamos. Como hacía mucho viento sacamos la trinqueta, una vela nueva para todos nosotros, parecida a un foque pequeño pero que necesita un refuerzo, una especie de estay de popa, en la parte trasera del barco donde trabaja la vela, fue una maniobra un poco complicada, todos participamos, Diego y yo colocamos las poleas y las escotas en proa con más de 25 nudos de viento, la verdad es que nos arriesgamos un poco moviéndonos por cubierta y la regala del barco en esas condiciones atmosféricas.

Cosas del viento, nada más acabar la maniobra bajó la intensidad de Eolo y todo el trabajo no sirvió de mucho, nos volvimos a aproar y tuvimos que recoger trapo.

A las 1512h cruzamos la latitud del Trópico de Cáncer, 27º 23,00’N, a partir de esta latitud es muy raro encontrar huracanes, no obstante, si que podemos encontrar borrascas de todo tipo, pero es harina de otro costal.
Después de comer preparamos café, queríamos tomar un ron para celebrar el haber rebasado el trópico sanos y salvos, y el Santo de Ampa, habíamos preparado café, pero el mar se puso caprichoso, subió el viento de nuevo y la cafetera salió volando, se derramó todo el café por cubierta, Jorge se quemó un poco pero no fue nada serio. Al final el viento nos obligo a concentrarnos en el trimado de velas y no pudimos relajarnos ni un minuto durante toda la tarde.

En esta latitud estamos compartiendo con bastantes aves en proceso de migración, no se por qué motivo pero parece ser que estábamos compartiendo ruta, se acercan al Zulú buscando algunas miguitas de pan o restos de comida. Una de estas aves, no se que tipo sería pero bastante grande, se aproximó a la cubierta, todos encantados contemplando lo que hacía, después de valorar la situación, muy decidida se puso a picar el filtro de la cámara fotográfica con la que Gisela le estaba fotografiando. Todos estábamos disfrutando con la escena cuando de repente cogió el filtro con el pico y salió volando, a Gisela se le quedo una cara de incredulidad tremenda como diciendo; “no me lo puedo creer se ha llevado el filtro, con la pasta que me ha costado”. Cuando ya pensábamos que el filtro estaba perdido el fondo del océano, Ampa lo encontró encajado entre los cabos y escotas de la regala. Gisela sorprendidísima le dio un abrazo a Ampa que no olvidará fácilmente, qué suerte.

Cenamos como en casa, huevos con patatas y filetes 

de ternera, todo un festival, la tripulación se sentía feliz, necesitaba reponer fuerzas después de un día duro y se agradecieron unas buenas viandas.
Pensamiento del día: “A veces la suerte existe, no podemos confiar en ella, pero a veces existe”.

Continuara…..

Texto de Tony Climent

 

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Travesía del Atlántico 2ª parte https://aproache.com/travesia-del-atlantico-2a-parte/ Wed, 06 May 2020 15:17:24 +0000 https://aproache.com/?p=48214 DIARIO TRAVESÍA TRANSATLÁNTICA 2014

St.Thomas (Virgin Islands)-Sao Miguel (Islas Azores) 2 de Mayo al 21 de Mayo de 2014

IV. El espíritu marinero.
Antes de entrar en lo que ha sido nuestra singladura quiero hacer una reflexión sobre el espíritu que hay que conseguir en una embarcación para tener una travesía agradable y llena de buenos recuerdos.

Un barco es un sitio reducido que va a ser compartido por varias personas, en nuestro caso siete, que muchas veces no se conocen previamente. Tenemos que venir mentalizados de que todas las personas no son como nosotros, ni tienen nuestros gustos, ni nuestras ideas, ni nuestras necesidades.

Para que la química funcione y tengamos una buena travesía es importante embarcar, además de nuestro equipaje, una mochila cargada de respeto, tolerancia, humildad, disciplina y trabajo en equipo.

Vamos a tener que ser disciplinados con los horarios, guardias y responsabilidades que se nos asignen como miembros de una tripulación. Pensar en los demás a la hora de compartir alimentos y agua, tener en cuenta las distintos talentos de cada uno de nosotros, de manera que saquemos lo máximo de nuestra tripulación.

Gestionar nuestras emociones de manera positiva, surgirán pequeños conflictos, habrá gente que colaborará más y otra gente menos, que no querrá asumir responsabilidades o quizás que no quiera aceptar la disciplina necesaria para que el equipo funcione. Son muchos días y situaciones no nos faltarán, eso sí, es fundamental que los tratemos como lo que son, situaciones aisladas y no magnificar.

Hablando se entiende la gente y siempre es un aprendizaje para futuras ocasiones.
Hay que entender que una embarcación es un hogar, pero no el tuyo exclusivamente, es un hogar compartido con el resto de tus compañeros, y además, también es un lugar de trabajo, hay que hacerlo confortable, mantenerlo limpio, cuidarlo y respetarlo.

Somos un equipo y hay que embarcarse con muchas ganas de divertirse y trabajar, venir dispuesto a poner toda la carne en el asador para que las cosas funcionen.

Está en nuestras manos que las próximas semanas sean una experiencia preciosa o un infierno. En términos marineros, todos tenemos que cazar y lascar según las circunstancias, necesitamos un tiempo de adaptación, pero gracias a la voluntad de todos se puede conseguir un ambiente fenomenal y una experiencia inolvidable.

“La vida es un espejo; lo que das a los demás es lo que recibes

Hablamos con el patrón del Zulú por teléfono, Diego, un chico argentino que llevaba muchos años residiendo en Barcelona y que patroneaba el Zulú desde hacía unos meses por el Caribe. El nos indicó donde esta el Zulú.

El Zulú es un gran barco, casco de acero, 20 metros de eslora, bien pertrechado de trapo, cuenta con un mayor de tres rizos, génova, yanqui y trinqueta. Tiene las comodidades de un barco para grandes travesías, dos congeladores, dos generadores, nevera y potabilizadora de agua. Es un barco cómodo y marinero,consistente y seguro.

Sábado día 3 de mayo
Aprovisionando el Zulú, hacer la compra para una travesía siempre es complicado, y más cuando no conoces los gusto del resto de la tripulación. Hay que intentar consensuar y que todos estén contentos.También hay que pensar en lo que cocine¡aras al principio, ya que los productos perecederos se van estropeando…y ademas cuentas con un espacio reducido …asi que no es tarea fácil.

Domingo día 4 de mayo
“A son de mar”.
A las 1500 l 18º 45,1N
L 64º 26,4W Re: 54º
A las 09:33h de la mañana nuestro barco estaba a Son de Mar, argot marinero; pertrechado y listo para hacerse a la mar, exactamente a esa hora largamos amarras y pusimos proa rumbo a los islotes que conforman las Islas Vírgenes buscando mar abierto. Los pasos eran estrechos y con bajos peligrosos, el viento racheado y rolando, la pantalla quemada del reloj de sonda no nos dejaba ver los metros de profundidad, Diego conocía esos mares pero por si acaso me fui a proa con Ampa para avisarle si divisaba algún bajo o roca en nuestra demora. Sorteamos St. James, St. Jones, Sandy Key, Tórtola y por último Anegada, la isla más plana de todas ellas y la despedida de tierra firme durante varias semanas. Ya en mar abierto pusimos proa hacia las Islas Azores en Portugal, 2.375 millas náuticas de travesía nos esperaban.

Cuando el barco estaba estabilizado y en mar abierto el patrón compartió con toda la tripulación el cuadrante de turnos de guardia para organizar el trabajo a bordo, los equipos se organizaron en función de la experiencia previa en navegación, los más expertos con los menos expertos, de manera que se formarán parejas de trabajo equilibradas en pericia y experiencia en el mar. Hacíamos guardias individuales de dos horas durante el día, y a partir de las 23,00h en parejas cada tres horas.
Todos participábamos en todas las tareas, trimado, trazado de rumbos en la carta y diario de abordo, después de cada guardia teníamos que anotar todos los datos relevantes; rumbos de aguja, verdadero y de destino, velocidad efectiva del barco, intensidad y dirección del viento, tamaño y dirección de las olas, distancia recorrida desde la última guardia y posición al cierre del turno. Un estilo de vida muy organizado, con tintes marciales pero eficaz, nos gustase o no era la única manera de poder seguir adelante con nuestra travesía en caso de tener problemas con la electrónica. No todos disponíamos de los mismos conocimientos sobre la navegación, así que aprovechábamos las guardias y momentos libres para ayudar o enseñar a los compañeros que necesitaban ayuda, o que querían aprender a navegar a vela.

Las guardias de la noche fueron tranquilas, una media de 6 nudos de velocidad, vientos entre 10 y 14 nudos de NE / SE, y rumbo 53º, directos a la Isla de San Miguel (Punta Delgada) en las Azores. Teníamos un desvío de aguja de casi 70º en negativo, lo que nos obligaba a tomar lectura con mucha frecuencia y llevar la rueda con el piloto automático según el rumbo electrónico de nuestra bitácora.

Lunes día 5 de mayo
A las 15:00 20º 03,6´N
L 62º 39,6´W Re 53
Cambio USO horario +1h

La vida a bordo se iba organizando con fluidez, nos íbamos acostumbrando al barco y el Zulú a nosotros también.
Buen tiempo gracias a un anticiclón en nuestra latitud. Aprovechamos para disfrutar de las comodidades en nuestra embarcación, tomar el sol, hacer fotos y cocinar con cariño.Llevábamos una media de unas 150 millas diarias.
A las 16:00h cambiamos por primera vez en la travesía el uso horario, era el momento de descontar una hora a nuestro reloj de bitácora. Cada 15 minutos de longitud, unos tres días según nuestra velocidad media de crucero, tendremos que adelantar una hora el reloj para ir ajustándolo con la hora local por donde vamos navegando, y así lo hicimos con exquisita disciplina durante toda la travesía hasta llegar a las Azores.
Tener claros los conceptos de barlovento (zona del barco por donde viene el viento) y sotavento (zona de barco por donde sale el viento) es fundamental en el mundo del mar. Estos conceptos se utilizan tanto para tan cosas importantes como; saber quien tiene prioridad navegando a vela, o en el mundo de las regatas, “ganar barlovento” es la estrategia que todo regatista utiliza para desventar al contrario y dejarle el “viento sucio” como decimos los marinos. Esta misma estrategia es la que utilizó el pirata Nelson, a las órdenes de la corona británica, para acabar con la flamante armada invencible española.

Saber donde tenemos barlovento y sotavento no solo es importante para las grandes gestas en el mar, sino también para cosas del día a día, por ejemplo por que borda tirar la basura, vomitar en caso de mareo y todos los ejemplos que os podáis imaginar relacionados con tirar por la borda sólidos o líquidos.

Tuvimos una buena guardia, viento de largo de 14 nudos, trimamos las velas y nos apoyamos con un poco de motor para no bajar de 6 nudos de velocidad…

Continuara…..

 

Texto de Tony Climent

 

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