cuba – Aproache https://aproache.com Alquiler de barcos, catamaranes, veleros, goletas, yates... Tue, 23 Sep 2025 07:52:20 +0000 es-ES hourly 1 https://wordpress.org/?v=4.8.25 Cuba , Flotilla  diciembre 2020. Covid Free    4ª parte https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free-4a-parte/ Tue, 04 May 2021 14:30:59 +0000 https://aproache.com/?p=57755 Despierto y ya flota en el aire el agradable aroma del café recién hecho por Coto . Hoy además nos ha preparado huevos revueltos con jamón y tomate. Sólo tenemos leche en polvo, aquí no es fácil encontrar leche frescaFlotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegando aunque a los niños sí les dan su ración diaria lo mismo que a los ancianos.

Después del desayuno toca un rato de snorkel en una zona preciosa, llena de corales. En el mar hay mucha vida, millones de peces, veo un pez perro, algunos meros chiquititos pero preciosos con su piel negra con motas azules. Me sorprenden los enormes jardines de gorgonias, las hay violetas, amarillas, verdes, es  fascinante ver  estas enormes formaciones meciéndose en el fondo de este mar Caribe .

Tras el fondeo zarpamos como dice Gines al paraíso, “al lugar donde se inventó el paraíso”. Es un pequeño cayo justo al lado de Cayo Rico ,Un lugar con enormes bancales de arena ocre, bañados por el agua más cristalina que nunca ví y rodeados por verdes manglares de jugosas plantas que hunden sus raíces en el mar. Tras aproximarnos con el dinghy tenemos que continuar caminando un buen rato hasta a una de las playitas ya que apenas hay fondo. El plan es hacer una barbacoa en tierra con los pescados que Coto y Ginés van a preparar en la playa. La luz es increíble, el sitio es un remanso de paz y de naturaleza brutal. Pasamos el día en esta isla del fin del mundo, de este mundo que solo por sitios así merece la pena conservar.

Atardece mientras volvemos al barco saboreando los últimos rayos del inmenso  sol cubano y ponemos rumbo con el sol casi metiéndose hacia Punta Mal Tiempo para pasar la noche allí.

Por la mañana , la playa blanca invita a un buen chapuzón a las 7 de la mañana , que maravilla. Después del desayuno  navegamos rumbo a Cayo Alcotraces donde hay una piscina natural, dicen que es un sitio increíble y a estas alturas ya no me queda duda de que nuestros amigos son de fiar. Mientras navegamos conversamos con Coto, son muy buena gente estos cubanos. Estamos intentando organizar con ellos una cena especial de despedida, queremos ir a un paladar con sus familias y que nos preparen una de las joyas de la comida cubana, el delicioso puelco asado.

Nado un buen rato hasta llegar a la piscina y por el camino me encuentro a tres hermosísimas reinas, estoy sola y creo que se me acercan curiosas y atraídas por el brillo de mFlotilla-Aproache-Cubai traje de baño que es de color champán. Me despido por fin de mis nuevas amigas y me reúno con el grupo, nadamos en esta increíble laguna de coral antes de volver al barco.

Nuestra próxima parada es en Los Ballenatos, un enclave de arrecifes magnífico. Cuando me lanzo al agua una vez más Cuba me descubre por qué es uno de los destinos más deseados por los amantes de la navegación y un destino para alquilar barcos que no debes perderte. EL sol brilla con fuerza y por eso el arrecife se muestra esplendoroso. Está lleno de vida, vemos corales cerebro , corales de rama, anémonas y millones de peces de colores, hay loros, cirujanos, globos, meros, y como no las grandiosas gorgonias con su esbelto porte y su danza mágica. Los corales son esculturas sumergidas, veo uno que me recuerda a un portal de Belén, una preciosa armonía de corales rodeados por anémonas con un sinfín de recovecos donde los peces se cobijan.

Este viaje estoy de suerte, el otro día vi los delfines a pocos metros y hoy me topo con el rey de los mares, un bonito tiburón, que por cierto no debe ser cubano porque se muestra muy esquivo.

De vuelta al barco una manta nos observa posada en el fondo de arena blanca, va escoltada por varios pececillos blancos que la siguen con respeto.

Después de tantas emociones debemos volver al barco, nos espera una travesía hasta Cayo Guano del Este que está a unas 40 millas de Cienfuegos. Vamos ya haciendo el camino de vuelta a Cienfuegos.

Por el camino las necesarias paradas cada vez que pescamos, hasta 6 veces. Una de nuestras presas solo tiene la cabeza, el resto ha sido el festín de un tiburón.

Durante todo el día Coto ha estado haciendo llamadas para  tratar de organizar nuestra cena cubana, no está fácil encontrar el animalito. Nuestras esperanzas de difuminan al final del dia. Parece que no vamos a conseguirlo. Joaquin que ha venido muchas veces a Cuba y lleva alquilando barcos en Cuba mas de 25 años nos dice que en Cuba muchas veces las cosas parecen que son imposibles pero al final todo se arregla y sale bien.

A las 6 am zarpamos para apurar las últimas millas hasta Cienfuegos, es un día muy soleado, está ventoso y es una delicia navegar. El catamarán navega a 9 nudos con 20 nudos de viento de través. A eso del mediodía Coto nos da la buena noticia, ¡por fin ha conseguido el Puelco!, nada más y nada menos que 120 libras , unos 60 kilos. Cenaremos en un paladar de un amigo suyo, con toda su familia y la familia de Ginés, unas 30 personas y podremos probar la deliciosa gastronomía cubana.

Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoAdemás tenemos hasta un grupo de músicos que nos amenizarán la velada. No podíamos imaginar un final mejor a este viaje.

Llegamos al paladar caminando desde la base, está dentro del pueblo, a unos 15 minutos de la Marina de Cienfuegos , en un lugar de casitas pequeñas rodeadas de huertos y jardines.

Allí ya nos espera la mujer de Gines, sus hijos y su nieta, la madre de Coto y sus hijos con sus novias.

Nos han preparado una enorme mesa y veo al gigantesco puerco asado en una bandeja, listo para ser degustado. Los músicos ya están tocando.

Además del puerco probamos banana frita, arroz congrí y yuca con corteza de cerdo. Delicioso. Esto es un festín. Somos 30 comensales, charlo con la madre de Coto que ha sido profesora toda la vida y con la hija de Gines que es físico y también da clases en la Universidad. Es muy fácil departir con los cubanos, nos parecemos enormemente, salvando alguna cosilla que otra. Creo que

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ellos son más disciplinados pero tanto o más disfrutones que nosotros.

Y así acaba nuestro periplo cubano, bailando, cantando y compartiendo buenos momentos en un escenario idílico en estos tiempos tan difíciles de Covid.

Volvemos a casa, la Navidad nos espera. Me llevo mi nasobuco.

Carmen Hernández Pérez

 

 

 

 

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Cuba , Flotilla diciembre 2020. Covid Free 3ª parte https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free-3a-parte/ Tue, 06 Apr 2021 16:43:39 +0000 https://aproache.com/?p=56616 Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoAvistamos pelícanos lanzándose en picado hacia el mar en busca de sus presas. En seguida íbamos a comprender que ser pelícano aquí no es tan difícil porque el mar te lo pone fácil.
Tenemos un viento de 18-20 nudos del este que nos permite navegar por encima de los 8 nudos de aleta con rumbo directo a Punta del Este en cayo Largo .
A mitad de la travesía sacamos una de las cañas. No pican. Joaquín entonces saca la otra caña, busca un cabo para atarla una vez que ha lanzado el sedal y su milagrosa yamashita. Pero no le da tiempo. Picaron!!! Recoge-recoge- ya! Un bonito túnido se acerca a nuestro barco. Mientras estamos cobrando la hermosa pieza la otra caña comienza a agitarse. El sedal tira con fuerza, hemos hecho una captura doble. Es otro bonito túnido. Es el comienzo del festival, la clave de la felicidad de los pelícanos.,

Desde ese momento y hasta el final del viaje no paramos de pescar.

Tuvimos momentos en los que se juntaban tres o cuatro piezas en pocos minutos. Por fortuna Coto estaba siempre atento e iba almacenando los peces en un cofre y en cuanto podía los dejaba limpios y listos para cocinar. Hicimos unas 50 capturas. Estábamos en el paraíso de cualquier pescador, un mar tan fértil nos proveía de las más deliciosas carnes de pez: pez perro, cibil, jurel, pargo, pez limón, barracudas. Al horno, en ceviche, en guiso, siempre Coto tenía una receta deliciosa para disfrutar de nuestra pesca. Además pudimos probar las lambi, esos bichos enormes que habitan en caracolas gigantes que parecen castillos submarinos. Y como no las langostas, de deliciosa carne blanca.

Tras un día de bonita navegada atardece en los Cayos de Cuba. El viento cae, el agua está cálida y el sol se apaga estallando en mil colores que se mezclan en el cielo.
Amanece ventoso pero brilla un sol magnífico. Vamos a fondear cerca, con una parada antes para hacer por fin nuestra primera inmersión (de snorkel). El grupo se lanza al agua. Yo me quedo algo rezagada entre el lío de gafas, tubo y mascara para el sol y gracias a eso puedo oír gritar a Jose y Emi ,que están a unos pocos metros del catamarán , me llaman a voces. Ven, Ven!!! Me pregunto que habrán visto, pero entonces veo una aleta que sobresale del agua.

Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoSon delfines! Me lanzo y nado como una loca hacia donde están y entonces, debajo del agua, a unos pocos centímetros de nosotros los vemos. Son 3 hermosos delfines que nadan juntos, y que al vernos curiosean y nos muestras alguna pirueta submarina. Es increíble, emocionante tenerlos tan cerca. Hay muy poco fondo y podemos disfrutar un buen rato de su compañía. Esto me recuerda lo mucho que echaba de menos estar así, debajo del agua, snorkeleando, escuchando únicamente el sonido de mi respiración y sobrecogida por contemplar la naturaleza del fondo del mar. Es un lujo, un privilegio poder nadar en un sitio así. A pesar de todo, del cambio climático, de la destrucción de los santuarios naturales por culpa de nuestra ambición. Por eso esto es un subidón de optimismo, es un enclave que parece ajeno a todo lo malo. Los Cayos del sur de Cuba , con sus playas de arena brillante, los animales del mar, la pesca, las langostas y las hermosas caracolas (cobos como los llaman aquí) que son obras de arte con el lomo ocre y rosado.

Los fondos de los arrecifes en los cayos de Cuba son mejores de lo que me había imaginado, el coral vivo y colorido, miles de gorronas y muchísimos peces. Recomiendo sin ninguna duda un charter en catamarán en Cuba , también puedes alquilar un velero en Cienfuegos pero con un catamarán iras mas tranquilo con la poca profundidad con la que se navega casi siempre aquí en la zona que llaman “ El Plácer”

Tras el aperitivo zarpamos rumbo a una playa paradisíaca. Por el camino seguimos pescando, debemos parar hasta 5 veces para subir las capturas a bordo, esto es un no parar.
Por fin fondeamos (más bien amerizamos con el barco) en la playa. Nuestro catamarán avanza hasta quedar posado en plena arena. Está atardeciendo y los colores son tremendamente limpios. El cristal verdoso del agua contrasta con la arena blanca y el cielo rosa. Un avión que va fumigando los cayos sobrevuela nuestros Catamaranes a muy poca altura . Coto nos prepara el pez perro en el horno. Está delicioso, tiene una carne blanquísima y es muy suave, nos cuenta que por eso se lo dan aquí a los niños. En su garganta tiene 3 bolitas a modo de piedras con las que tritura el coral del que se alimenta.
La mañana se levanta sin viento y tras el desayuno planeamos el día. Hay que acercarse a tierra para hacer la entrada en Cayo Largo y pasar la inspección de policía , inmigración y sanidad y hacer algo de compra antes de salir hacia cayo Rosario. Además tenemos que reparar la caña porque ayer una barracuda grande nos rompió el sedal (y se llevó nuestra querida yamasihta).
Zarpamos hacia la marina de Cayo Largo . En cuanto llegamos al amarre ya nos espera la “dotora” para tomarnos la temperatura. No podemos desembarcar hasta que comprueban que nuestras PCR están en orden con la Habana y somos todos Covid free para dejarnos salir a tierra . La autoridad “poltuaria” también chequea nuestros papeles, todo correcto. Por supuesto salimos del barco con nuestras mascarillas, que aquí se llaman nasobucos , a mi ese nombre tan lógico me ha hecho cogerle cariño a la mía, quien me lo iba a decir.
El pueblo es muy turístico pero ahora está vacío, llevan meses sin ver un turista. Visitamos Joaquín y yo el dispensario local porque uno de los trabajadores de la marina lleva un mes con un terrible dolor de pierna por una ciática. Afortunadamente llevo la medicina mágica y le acompañamos al dispensario para poder pincharle allí . Nos mira tremendamente agradecido y de paso nos enseña el local y nos presenta al médico y al enfermero.
Damos una vuelta por el pueblito de casas de madera pintadas de blanco y otros colores chillones, rosa, azul, verde, rojo. Esto, mezclado con la vegetación de palmeras y las flores tropicales le da al conjunto un toque muy exótico y a la vez colonial. Hacemos aprovisionamiento en el super local, estamos de suerte, porque hay fruta y huevos. Antes de marcharnos nos acercamos a la única tienda de artesanía abierta donde compro una bonita guayabera blanca, una botellita de ron Havana y un cochecito de madera como los que circulan por aquí (sin la ITV).

Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoEn la marina se puede alquilar un catamarán en Cayo Largo y recorrer los cayos de alrededor.

De vuelta al catamarán encuentro a Joaquín enseñando la receta tradicional española de las gambas al ajillo que Coto prepara deliciosas de aperitivo.
Salimos rápido para aprovechar el día, está muy soleado y el viento ha desaparecido. Vamos de nuevo a varar los Catamaranes en la increíble arena de playa Sirena.
Coto y Ginés están trabajando mucho. En la marinería, la cocina, el orden, nos han eximido de cualquier tarea doméstica así que vamos muy muy relajados. Así da gusto navegar.

Vamos a pasar la noche a cayo Rosario, de camino hacemos una nueva parada en una playa paradisíaca donde varamos de nuevo los enormes catamaranes que se posan en la arena como si fueran ligeras barquitas de pesca.

Durante la travesía pescamos una gigantesca barracuda y Coto prepara un increíble de ceviche de pescado y de Kobo, que luego vamos a cenar. Además hoy tenemos una super fiesta de disfraces (todos hemos venido más o menos preparados desde España).

En cuanto atardece inauguramos el photocall con los primeros invitados, hemos fondeado abarloados así que es fácil pasar de un barco a otro.

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El primero en llegar es Mosty, un terrible terrorista con un cinturón bomba (los plomos de buceo que el bueno de Ginés le ha prestado), unas gafas de sol rotas y un turbante con toalla tapándole esa terrible mirada. Aparecemos luego Joaquín y yo de pareja de Hare Krishna y a continuación nuestro Jose ataviado de novia psicópata y Emi de hippy de los 60. Salta entonces al barco un poli corrupto de Nueva York seguido de una pirata del caribe de lo más sexy. Por babor aparece entonces una espectacular Carmen Miranda, con un traje de baño con escote de vértigo, los labios de rojo pasión y un tocado de plátanos y flores frescas.

Detrás viene la tabernera del puerto de generoso escote seguida de un decadente César Augusto con su corona de Laureles y su toga de senador (una sábana cogida con pinzas de tender la ropa, eso si).

Los últimos invitados son difíciles de reconocer. Daddy Yankee con un chándal amarillo y azul (del Cádiz), una gorra de béisbol roja, cadena gordísima de oro y gafas de sol que va acompañado de una guapa muchacha cubana con guayabera blanca, sombrero de panamá de color lila y un habano entre los labios.
Coto y Gines lucen las gorras de marineros que les hemos traído y están partidos de la risa de ver a estos españoles locos vestidos tan raros. Pasamos una noche entre risas, bailes y algún que otro ronsito.

… continuará

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Cuba , Flotilla  diciembre 2020. Covid Free 2ª parte https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free-2a-parte/ Tue, 30 Mar 2021 11:51:02 +0000 https://aproache.com/?p=56492 Estamos sentados y contemplo esta encrucijada de calles adoquinadas, rodeados de un enjambre de casas bajas, pintadas (o mejor desconchadas) de un sinfín de colores al azar, verde, amarillo, esmeralda. Los vecinos nos contemplan desde los balcones. Definitivamente, La Habana es la ciudad de los balcones.

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Tras la parada volvemos a callejear bajo este ambiente húmedo y caluroso pasando por delante de la bonita Catedral. Las calles están vacías, somos los únicos turistas (los primeros que ven en 9 meses) así que hoy somos la atracción. Llegamos hasta Cheff Iván Justo, un coqueto restaurante de varias plantas, que me recuerda a los que tenemos en Madrid en la Cava Baja. Son de los años 50, de esa época de mujeres bellas. Una radiante Celia Cruz me sonríe desde lo alto de la pared. Comemos tacos, tostones rellenos de carne de res y un lechón crujiente que está de muerte. Mientras esperamos la comanda llega un curioso trío, ataviado con guayaberas blancas , maracas  y guitarras , dispuestos a amenizarnos la comida. En su repertorio Dos gardenias , Cha Cha Cha , Sarandonga  y otras más , suena la música en el tono de aquí, lento, suave y mientras comemos hacemos los coros . En un sitio así te olvidas de todo, la pesadilla que vivimos parece alejarse, solo sabemos que sigue ahí porque somos los únicos turistas en el restaurante, en la calle, en el país. Pero da igual.

Después de comer continuamos nuestro recorrido por la ciudad y ya cuando anochece vamos en busca de un buen mojito. Por el camino encontramos una de las pocas tiendas de souvenirs abierta, es un buen momento para comprar guayaberas y sombreros panamá.

Además estamos de suerte porque en la tiendita conseguimos un muy buen cambio.

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Disfrutamos de unos refrescantes Mojitos y daikiris en una plazuela cerca del hotel y cerramos el largo día con nuestro pianista José al que las chicas del grupo acompañamos cantando unos cuantos villancicos, que para eso estamos casi en Navidad. A estas alturas en el hotel ya saben que los españoles no tenemos remedio.

Amanece lluvioso, el cielo gris y la lluvia le dan un punto de melancolía a la ciudad. Nos recogen en el autobús que nos llevará a la base, en Cienfuegos, a unas 4 horas de la Habana (unos 245 Km). Pasamos por el Hotel Nacional, testigo de la Revolución de 1959.El malecón sigue con su peculiar batalla de olas y la cúpula del Capitolio, que fue donada por el amigo pueblo ruso, brilla bajo el cielo encapotado.

Cruzamos  por delante de un gran Hospital, el Hermanos Ameijeiras. Aquí la sanidad, la educación y la universidad son gratis. Por eso la gente está tan bien instruida, con cualquiera que te pares a hablar te dirá que es físico, químico , profesor o filósofo.

El conductor del autobús nos va explicando mientras conduce en dirección a Cienfuegos. Nos cuenta que las grandes casas señoriales pasaron a ser propiedad del gobierno, que las distribuyó para uso de la población. Casas, coches, todo tiene más de 60 años y no se ha podido actualizar su mantenimiento.

La isla tiene unos 1000 Km de largo y 200 de ancho, pero sólo hay 300 km de autopista. El salario medio de un médico es de unos 20 dólares al mes.

Nos dice que ellos viven y han vivido de las remesas, de lo que los cubanos de fuera han ido mandando a la isla. Su hija vive en Italia y dice que allí se vive mejor, pero que aquí hay más libertad, más fiesta.

Lo que si nos cuenta es que Trump les ha fastidiado, pero bien. Cortes de luz, falta de suministros en comida y bienes. Por eso hay tiendas MLC, tiendas donde sólo se puede pagar en euros o dólares. Hay en ellas largas colas de gente intentando comprar pollo, mantequilla, refrescos, picadillo..

También nos cuenta que les van a poner la vacuna del covid Cubana , Soberana se llama.

Con un tono que suena sincero comenta que le gustan los españoles más que los colombianos o los venezolanos, básicamente por la conversación aunque no nos aclara más motivos.

Transitamos a buen ritmo por la autopista, hay dos carriles en cada dirección separados por una mediana de hierba. No hay ningún tendido eléctrico en la carretera, tampoco vemos pueblos ni gasolineras. Si que hay algún que otro socavón y varios restaurantes que se anuncian a lo largo del trayecto, los llaman paladares.

Después de dos horas de trayecto nuestro amable conductor nos para en un paladar y allí nos tomamos una cerveza en vasos hechos con botellas de Heineken cortadas por la mitad. Unos lugareños que ya llevan más de unas cuantas cervezas amenizan nuestra parada con rancheras y habaneras melosas.

Unos cuantos kilómetros más allá paramos en otro paladar, esta vez para comer. Pedimos camarón, res y un cerdo delicioso cortado en tiritas acompañado con yuca y arroz blanco.

A eso de las 4 llegamos por fin a Cienfuegos donde me sorprenden las hermosas casas muy bien conservadas. Esta ciudad es la Perla del Sur, patrimonio Cultural de la Humanidad. Está ubicada en la península de la Majagua, a orillas de la bahía de Jagua, y se abre al mar Caribe por un estrecho canal. Debe su nombre al capitán General de la isla de Cuba,  Don José Cienfuegos Jovellanos.

Sus calles en cuadrícula muestran muchos edificios de arquitectura neoclásica, con amplios paseos y parques.

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Hemos alquilado los Catamaranes en Cienfuegos y allí  nos esperan ya los que van a ser nuestros marineros a bordo, Ginés y Coto. Cada uno irá en un catamarán. Coto es el que va a ir en mi catamaran un flamante Fountaine Pajot Saona 47 de 2019 . Apenas se le ve porque lleva la cabeza cubierta con una especie de pasamontañas que solo deja los ojos al descubierto. Supongo que está preocupado por si le contagiamos el COVID así que ha decidido presentarse como si fuera Spiderman . Da un poco de reparo verle así, parece un fantasma. Por suerte, al día siguiente se fue relajando y se quitó  la máscara. En cuanto vió que eramos gente Covid free se quitó la careta y pudimos verle la cara.

Después de nuevos chequeos anticovid a pie de barco, podemos por fin embarcar. Navegamos a bordo de dos maravillosos catamaranes de alquiler un Saona 47 y un Bali 45  con todas las comodidades, varias neveras, ac, potabilizadora y camarotes amplísimos.

Llevaba muchos años queriendo venir de vacaciones a Cuba y poder alquiler un catamarán en Cuba para conocer los cayos.

 

Mientras todo el grupo se va a cenar a un restaurante cercano a la marina (un chivo riquísimo, según nos cuentan) Joaquín y yo salimos a dar una vuelta hasta la ciudad. No se ve mucha gente por las calles, hay muchos restaurantes y locales cerrados, incluso el famoso cabaret de Benny Moré.  Las pocas personas con las que nos cruzamos nos saludan muy amables. A la legua se ve que hace meses que por aquí no ven un turista. Las casas están muy bien conservadas, en el interior se atisba actividad, débiles  luces de color blanco algo tenebrosas alumbran muchas de las salitas, el mobiliario es escaso y humilde  y la gente está viendo la tele. Llegamos al centro de Cienfuegos, las puertas de las casas son de madera, pintadas de bonitos colores que configuran un ambiente muy armonioso.

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Para volver paramos un  Taxi carro- bici. El chico que nos lleva pedalea sin cesar mientras nos cuenta,  respondiendo  a nuestras preguntas, nos dice que no hay res, que no hay pasta. Que hay racionamiento. En las tiendas que venden jabón, pollo o papel higiénico solo se puede pagar en divisas y las divisas se consiguen si algún familiar o amigo te las envía. Nos dice que gana 400 pesos (unos 20 euros) y tiene dos trabajos.

Amanece a las 6 y nuestros capitanes  se apuran para pasar el control policial. Aunque era una posibilidad, finalmente no podremos ir a Jardines de la Reina que era nuestra idea inicial. No pasa nada, será la excusa para volver otra vez a esta isla.

Partimos hacia Cayo Largo, que era nuestra segunda (y muy buena) opción. Salimos por el canal cruzando la enorme Bahía de Cienfuegos.

continuará …

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Cuba , Flotilla diciembre 2020. Covid Free (1ª parte) https://aproache.com/cuba-flotilla-diciembre-2020-covid-free/ Mon, 22 Mar 2021 08:52:47 +0000 https://aproache.com/?p=56204 Volamos de vacaciones a Cuba en un avión de Iberia que viene repleto de cubanos que por fin pueden regresar a casa después de 10 meses de restricciones por COVID , y de cientos de maletas plastificadas que organizan un tremendo caos a nuestra llegada al aeropuerto de la Habana.
Vamos a pasar 2 días en la Habana y 1 semana navegando en Cuba por los cayos del sur, Cayo Largo, Playa Sirena, Cayo Rosario , etc.

Finalmente, tras hacernos la PCR podemos salir hacia el hotel. No vamos al que habíamos reservado porque está cerrado, nos mandan a otro. Los taxistas, muy amables, nos cuentan que aquí hay pocos casos de COVID porque son muy cuidadosos. Mientras lo comentan nos apuntan con unos botes con lejía desinfectante. Antes de entrar al taxi nos dan la primera rociada. Al llegar al hotel Jesús, el portero, nos vuelve a fumigar, esparce con el difusor de lejía por todas las mochilas, maletas y bolsos.
Estamos en la Plaza de San Francisco, en el corazón de la Vieja Habana, a un paso del Malecón, en la Cuba señorial.

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A estas horas las calles están desiertas porque hay toque de queda. Nuestro hotel es un antiguo convento restaurado, lo acaban de abrir y parece muy recomendable. A unos metros se encuentra la preciosa iglesia de San Francisco iluminada, con el Santo custodiando el pórtico de la entrada. Somos los únicos huéspedes del hotel pero deberemos estar confinados en nuestra habitación hasta que lleguen los resultados de la PCR, nos han dicho que serán unas 24 horas .

El hotel tiene bar pero está cerrado y el bueno de Jesús sale para comprarnos unas cervecitas y algo de ron. Como en el salón del hotel hay un piano Jose ameniza nuestras primeras horas en la Habana con música hasta que finalmente somos reprendidos y nos mandan a la cama.

 

 

A la mañana siguiente nos dejan el desayuno en la puerta de la habitación. Seguimos confinados, ni a recepción se puede bajar.
La Habana está en silencio, no se oye más que el piar de una paloma. Silencio absoluto. Desde la ventana de mi habitación sólo veo un callejón con algunas casas destartaladas y entonces me acuerdo de tantas personas que han estado meses encerradas en sus habitaciones, padeciendo la locura de estar aislado y en soledad.

Flotilla-Cuba-Covid-free-alquiler-catamaran-vacaciones-navegandoYo por el momento me tengo que conformar con mi recorrido imaginario por la isla, con la ayuda de mis guías de viaje.
Son las 10 am del domingo, ya llevamos 36 horas encerrados en el hotel. Nos dicen en recepción que ya no tardarán los resultados. Que nervios…
Por fin a eso de las 11 nos comunican que oficialmente somos todos covid-free. Estamos libres, podemos salir a callejear la Habana.

Es mi primera vez aquí y lo primero que pienso es que esta ciudad es impactante. Un lugar de contrastes donde la pobreza se enmascara entre edificios que atestiguan un pasado esplendoroso pero que hoy son fantasmas. Carcasas de fachadas grandiosas con su interior derruido, un sinfín de balcones con la ropa tendida. Techos desmoronados, desconchones en la pintura de las paredes. Paseamos sobre las calles de adoquín y llegamos al magnífico Teatro Nacional, y desde ahí continuamos por la ciudad vieja hasta llegar al malecón, donde entre grises y azules rompen las olas en su eterna pugna contra las rocas.

Veo los inconfundibles coches cubanos, de colores chillones y algunos de ellos a duras penas se mantienen rodando, otros están flamantes ,suerte que no deben enfrentarse a nuestras dichosas ITV. Son los que veíamos en las pelis americanas de los años 50, un milagro del tiempo que aquí ha conservado todo en estado de gloriosa ruina.

Llevamos un buen rato de paseo, el calor es húmedo y es la hora del aperitivo así que paramos en una terraza a tomar una Cristal o una Bucanero, que para gustos en cerveza nunca se sabe.

continuará…

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