A vela por las islas Jónicas.
Navegando con los caprichos del viento.
Hay un término anglosajón, “Island hopping”, que se suele usar para la acción de ir de isla en isla en barco, yate o ferry, según el nivel de cada uno. Las islas Jónicas, se prestan muy bien al juego. Corfu, Ithaca, Kefalonia, Lefkas, Paxos son algunas de las islas griegas que se deben visitar al menos una vez en la vida. A parte del paisaje marítimo, que dicen que sirve como un bálsamo para el alma, siempre vamos a encontrar un pueblo encalado, con una placita donde hablar de la recogida de la aceituna o si Kavafis está pasado de moda… Hasta tomarse un chupito de ouzo con unos “mezedakis” parece una obligación.
Ir de isla en isla en un velero de alquiler es el sueño de muchos, un poco como una peregrinación obligada en la vida para quién ya lo ha visto todo. La travesía comienza y acaba en el pequño pueblecito de Vounaki, en el continente justo en frente de la isla de Lefkas, y es alli donde se encuentra la base de Sunsail .La islas Jonicas y especialmente la isla de Corfu, es la que tan bien describiera el escritor Gerald Durrel en “Mi familia y otros animales”. Muchos siglos antes fue disputada por todo el que era alguien en aquella época … Los romanos, los sarracenos, los genoveses, los franceses y por supuesto los ingleses, que la vida aquí siempre es apetecible… Hoy en día ocurre algo parecido. En verano cuando turistas de todo tipo de nacionalidades invaden la islas en busca de un trocito de paraíso. Por eso lo mejor para visitar las islas Jonicas es hacerlo alquilando un velero, que permite disfrutar de la costa desde el otro lado.
Se han escrito incontables historias de navegación por las islas griegas, el mar Jónico ha atraído desde la antigüedad a numerosos navegantes. Aquellos que quedaron atrapados por los mitos y leyendas griegas, son ahora seducidos por un paisaje que no defrauda y un mar de suaves vientos y días de calma. Aquí todo el mundo tiene sus propios reglas de comportamiento… los humanos y los dioses…
Corfu tiene muchos atractivos, como la citadela del siglo XVI, de estilo veneciano, que es de cuento, con su foso, su faro, su viejo cañón y en su exterior una iglesia inglesa con un pórtico dórico, que la hace aún si cabe más incongruente. Hay edificios de estilo italiano, otros de estilo inglés y algunas calles que parecen estar traídas de Paris o de la más cercana Nápoles, copiando incluso esa especial forma de colgar la ropa entre ventanas y balcones. Hay varios palacios y residencias donde se alojaran personajes de la realeza europea como el Duque de Edimburgo, marido de la reina de Inglaterra, que nació en la isla, o la emperatriz Isabel de Austria, quién utilizaba Corfú para poder echar de menos a su marido en la distancia. La excusa no es mala!
Pero la belleza de Corfu no está en su ciudad ni en sus monumentos, la isla muestra sus encantos a quién a pie o en bicicleta decide recorrerla, las vistas desde los promontorios son lo que uno espera, olivos, pinos y un sinfín de vegetación que hace que Corfú sea la más verde de las islas griegas. Las casas blancas salpican el paisaje rompiendo la monotonía del verde y el mar de un azul intenso se confunde con el cielo.
Alquilar un barco en Corfu y hacer en una semana las islas de Sur, Paxos, Antipaxos y edspues subir por el continente con Parga y Mourtos como sitios de interes. Si quieres navegar mas puedes bajar hasta Lefkas, Ithaka, Meganisi, Kastos. Kalamos ,……
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