Semana Santa en el Canal de Midi 2023

 

Después de 6 años, he vuelto a ese paraíso que es el Sur de Francia, con su colosal obra, el Canal de Midi.

Una gigantesca estructura que un genio del siglo XVII, Pierre Paul Riquet (Barón de Bonrepos) construyó para conectar Mediterráneo y Atlántico facilitando así el comercio y las comunicaciones en el Sur del país. Midi es el canal navegable en funcionamiento más antiguo de Europa.

Patrimonio de la Humanidad desde 1996, el canal conserva las esclusas originales, por eso navegar en esta increíble obra maestra de ingeniería es sobrecogedor, tanto como contemplar las pirámides en Egipto.

El canal recorre 241 km entre Marsellain y Toulouse, tiene una profundidad de 2 metros y un ancho de 20 m en superficie (11m en el fondo) de modo que se navega en los dos sentidos.

Encontramos en él 63 esclusas, 126 puentes y 6 presas.

Las orillas del canal estaban flanqueadas hasta hace 6 años por 60.000 inmensos plataneros, que por desgracia, han tenido que ser talados por una enfermedad infecciosa que no hizo posible su recuperación. Ya se han replantado más de 32.000 árboles y en pocos años espero poder volver a disfrutar de los juegos de luces y sombras que estos árboles proyectan sobre las tranquilas aguas del canal.

 

La primavera se muestra esplendorosa en esta Francia rural, donde la vista se pierde en un horizonte sembrado de  campos de vides, con marismas donde caballos , flamencos  y garzas conviven entre las ginesta y donde una exuberante colección de olmos, plátanos, arces, encinas, álamos, fresnos y un sinfín de plantas nos envuelven con un aroma fresco y limpio.

He vuelto a mi querida librería de Le Someil, ese pequeño pueblo con su puente de piedra y su barcaza supermercado donde tantos años he comprado las bolas de mamut a mis hijos.

He vuelto a admirar las esclusas de Fonséranes, esas 7 esclusas en escalera que remontan una altura considerable y donde el agua entra a borbotones.

Hemos dado largos paseos desde el canal hasta el pueblo de turno, hemos hecho picnics a la orilla del canal, hemos navegado por el Ethang D´Eau, es como el mar menor y los pueblos alrededor viven de las bateas de ostras y mejillones, hay muchos puestos donde comprar a precios increíbles.

Esta vez Aproache había organizado una flotilla con 8 barcos con un ambiente familiar estupendo para todas las edades.

Hemos disfrutado de esos atardeceres de paz, en este lugar maravilloso, que espero sea por siempre, unos de los mayores legados de la humanidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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