Paraty, cuyo nombre adopta de un pez que habita en la zona, se encuentra en la costa más al sur de Brasil, a 200 kms al sur de Río, con las montañas Bocaino detrás.

El centro histórico está considerado Patrimonio Histórico Nacional debido a la importancia de su conjunto arquitectónico. A lo largo de sus calles empedradas, por donde está prohibida la circulación de automóviles, se levantan iglesias y casonas coloniales en su mayoría pintadas de blanco y muy bien mantenidas, por lo que al dar un tranquilo paseo por el centro no se puede evitar tener la sensación de que se ha retrocedido varios siglos en el tiempo.

La bahía de Paraty posee alrededor de 50 playas, a muchas de las cuales sólo es posible llegar por mar. Precisamente esa inaccesibilidad ha hecho que esas playas sean las más bonitas ya que se encuentran en un estado casi salvaje, cercadas por una espesa vegetación.

Una de las localizaciones más visitadas de Paraty es sin dudas la playa Trindade, el lugar preferido por la mayoría de los turistas debido a la gran cantidad de atractivos que posee. En la época colonial la zona no era más que un puerto usado por los piratas para atracar las embarcaciones de Paraty, por lo cual se tejieron varias leyendas acerca de posibles tesoros perdidos y baúles llenos de oro.