St. Vincent es una isla volcánica exuberante, de vegetación lujuriosa, en la capital Kingstown podemos visitar el mercado de la fruta y el de los pescados, muy pintorescos.
El fondeadero en el sur de John island es muy tranquilo, cuenta con un agradable hotel. Desde ahí zarpamos rumbo a Bequia, a 9 millas.
Bequia es un lugar encantador, repleta de tiendecitas, restaurantes y bares donde podremos comprobar cómo es la vida a ritmo caribeño. Auténtico sabor, vacaciones en el mejor Caribe.
Otro lugar que no podemos dejar de visitar es la exclusiva isla de Mustique, refugio de la jet set. Tomar una cerveza en el Cotton Club es obligado.
Desde aquí navegamos con rumbo a los Tobago Cays en una placentera travesía con el viento de popa en la que con toda seguridad avistaremos delfines y calderones.
Habrán sido estas unas vacaciones en barco en uno de los mejores destinos del planeta, St. Vincent y las Granadinas.